EXPLICACIÓN DEL DIAGRAMA Nº 2 “EL CUERPO Y SUS ÁTOMOS”
Los átomos simientes de cada cuerpo sirven para dos principales cosas:
1ª. “Para grabar las experiencias de las cuales sacamos después el fruto de la vida”. Ejemplo: En el átomo físico estamos grabando constantemente todo lo que sucede a nuestro alrededor para que, a la hora de la muerte, nos podamos llevar esa película que será la base de nuestra actividad en el Purgatorio y en el Primer Cielo.
Las imágenes se graban por medio del aire que respiramos –como ocurre en las fotos, - estas imágenes se mezclan con la sangre y llegan al corazón que es donde está el átomo, después de la muerte nos lo llevamos al purgatorio del Mundo Astral, y ahí vemos las imágenes y sentimos el sufrimiento que hemos causados a otros, para tomar conciencia de nuestros errores y proponernos no volver a caer.
Una vez aborrecido el mal, ascendemos al Cielo y vemos otra vez la película para hacer lo mismo respecto a las cosas buenas. De esta forma en cada vida grabamos y asimilamos el fruto que será la base del futuro destino.
La 2ª acción importante del átomo es que: “Como después de cada vida elevamos su vibración hacia la espiritualidad, –somos mejores- en el descenso para una nueva vida, ese átomo actúa como un imán respecto a la materia que debemos atraer para formar los futuros cuerpos”.
Si en la reencarnación teníamos ciertas tendencias negativas, y unas las hemos superado en la vida física y otras las sufrimos y aprendemos la lección después de la muerte por medio del sufrimiento, eso queda grabado en el átomo como “lecciones aprendidas” y, por lo tanto, la vibración del átomo se eleva.
De esta forma y en el nuevo descenso, este átomo, atraerá materia para la formación de unos cuerpos más elevados y puros y con más posibilidades de desarrollo espiritual, intelectual y moral. Así el Ser humano aprende las lecciones, evoluciona, y renace cada vez en un cuerpo más perfecto.
“Sólo nuestras propias obras pueden encadenarnos a lo material
y obstruirnos en lo espiritual”
CAPÍTULO IV
EL CUERPO DE DESEOS
Como ya dije, el cuerpo astral es el cuerpo de los deseos, emociones y sentimientos, y está conectado directamente con la mente y con la vida que anima el cuerpo físico. Cuando el Ser humano ve alguna cosa que le causa sensación o deseo, el sistema nervioso comunica ese hecho al sistema nervioso vital y al cerebro etérico. Este sistema etérico es el que por medio de los vórtices conocidos como chacras, comunica esa impresión al cuerpo de deseos o astral y este a su vez, lo comunica al cuerpo mental donde el Ego capta la vibración correspondiente y la interpreta. Esto es lo que esta ocurriendo constantemente, y aunque esto ocurre todo en un mismo instante, podemos darnos cuenta de la importancia de todos los vehículos.
El cuerpo de deseos es el encargado de transformar los deseos, emociones y sentimientos que captan los sentidos físicos, y el resultado de este proceso puede ser cualquiera dependiendo de la materia de que esté constituido o del desarrollo interno de la persona.
El cuerpo de deseos está compuesto de materia del Mundo de Deseos, como el cuerpo físico está compuesto de materia física, pero así como un imán no puede atraer nada más que el hierro, el cuerpo de deseos no puede atraer nada más que materia del grado de vibración que muestre la espiritualidad y el desarrollo de la persona. Por lo tanto, los deseos, sentimientos y emociones que en general muestra el Ser humano, son los significadores del desarrollo espiritual de su cuerpo de deseos. Los deseos también evolucionan vida tras vida, son más elevados en general, y según sean los deseos de una persona, así atraerá materia más o menos pura. Esta materia es la que al ponerse en contacto con otro cuerpo de deseos, dependiendo de si estamos más o menos en su misma sintonía de vibración o no, hace que causemos un buen o mal concepto.
El cuerpo astral tiene forma de ovoide y sobresale unos 45 cm. del cuerpo físico, mostrando muchos colores que pueden ser más o menos bellos dependiendo del desarrollo espiritual y de los deseos que tenga la persona. Si los deseos son morales, espirituales y devocionales, se muestran colores muy bellos, claros y brillantes; pero si son pasionales, de odio, envidia, y similares, serán pardos, oscuros, indefinidos y con formas poco armónicas.
Cuando una persona crea un pensamiento -vibración y sonido- éste pasa al cuerpo de deseos y su vibración atrae el material que le corresponde, de acuerdo a si es bueno o malo. Esa materia hace que ese pensamiento forma tome un color, y una vez que se ha producido esto, los elementales de esa región del Mundo del Deseo, lo animan y utilizan como cuerpo para su propio desarrollo y para cumplir la misión encomendada. Si, por ejemplo, el pensamiento es de odio hacia una determinada persona, la vibración mental es baja, el color astral es feo y el elemental que lo anima será de poco desarrollo, pero aún así, el elemental se encargará de llevar el pensamiento y deseo de odio hacia esa persona y penetrar en su cuerpo astral para afectarle negativamente. Lo peor de todo esto, y que poca gente sabe, es que a partir de ahí, ese elemental vuelve a nuestro cuerpo de deseos pero aumentado por la maldad del otro. Así, esta persona estaría haciendo mal a otro, incluso a otros con los cuales el elemental y pensamiento puede ponerse en contacto, y a él mismo porque la Ley le devuelve el mal que le corresponde.
Actualmente se están formando unas creencias que aumentan rápidamente por medio de personas con poco discernimiento, poca consideración por los demás, y que sólo buscan ganar dinero para satisfacer sus deseos egoístas. Estas creencias en forma de cursos, invitan a las personas a hacerse clarividentes, a hacer el viaje astral, o incluso a contactar con seres extraterrestres o similares que nos pueden dar poderes mentales o iniciaciones. Otros, ofrecen enseñar a curar a los enfermos a cambio de dinero y por medio de piedras, chacras, manos, símbolos, etc., y otros más, enseñan a desarrollar poderes por medio de los Chacras o de la energía kundalini sin saber el gran peligro que eso conlleva. Si buscamos la parte buena a todo esto podríamos decir que están atrayendo a mucha gente hacia el mundo del ocultismo, y algunos de ellos lo aprovecharan para después continuar con otras cosas más serias y provechosas. Quizás algunas personas tengan en sus destinos pasar por estas experiencias para aprender una determinada lección, pero de cualquier forma, creo que con la Verdad y con las Ciencias Sagradas no se debe traficar ni cobrar dinero. No es fácil imaginar a Jesús cobrando dinero por enseñar la Verdad a sus discípulos o por curar con sus manos. Actualmente ha muerto Teresa de Calcuta y creo que es un deber mencionarla como vivo ejemplo de lo que es uno de los caminos más duros y sacrificados para conseguir el desarrollo interno espiritual, seguro que Teresa sólo pensaba en “ Servir con Amor” y era partidaria de la frase bíblica, “El que quiera ser el primero que sea el último y el servidor de todos”
Es mi sana intención y opinión decir a quienes buscan el desarrollo espiritual interno, que no es necesario hacer todos esos cursos y pagar dinero a esas personas egoístas para desarrollar el espíritu. Es conveniente saber que:
1ª. Ningún poder se le concede a la persona a cambio de dinero, si alguien lo obtiene es porque ya ha trabajado en sus anteriores vidas para merecerlo.
2ª. Si alguna vez alguien despierta este poder en determinada persona, será un Maestro espiritual (Maestro es quien trabaja por el bien de la humanidad sin recibir nada a cambio y que pasa desapercibido ante el mundo) después de observar al discípulo o tenerle a prueba (desde los Planos Internos) para que desarrolle una serie de cualidades espirituales.
3ª. Los chacras son centros o sentidos del cuerpo astral, a los cuales se tiene que adaptar el aspirante espiritual (como el niño se va adaptando y va desarrollando los sentidos del cuerpo físico desde que nace), por medio de las enseñanzas de un Maestro, o al menos de una persona clarividente, (porque un ciego no puede guiar a otro ciego)
4ª. Despertar esos poderes sin la ayuda, o preparación adecuada, y a través del desarrollo espiritual de la persona, puede (como ya se han dado casos) causar la muerte o una enfermedad mental para toda la vida.
5ª. El nivel que tiene la mayoría de la humanidad no permite viajar conscientemente en los cuerpos etéricos ni utilizar esos supuestos poderes tal y como dicen, excepto ciertas personas que por determinadas razones lo han desarrollado.
Por consiguiente, no son muy de fiar la mayoría de esas prácticas que hoy aconsejan para conseguir todas esas cosas que algunos dicen conseguir, aunque, como cada uno es libre de hacer lo que quiera, allá cada cual. Hay que respetar el libre albedrío y si una persona admite de buen grado las ofertas de otro para conseguir poderes, allá él y lo que haga con su dinero. Así colaboramos en la estafa, el engaño, el egoísmo y la ambición, y con muchas más cosas que entorpecen la evolución y el desarrollo espiritual de las personas que, al fin y al cabo, son ignorantes y no saben lo que hacen. También es cierto que las personas que pagan dinero para desarrollar esos supuestos poderes, se están dejando llevar por su cuerpo de deseos, y por tanto, están aprendiendo una nueva lección que le será muy útil en el futuro.
Es bueno meditar en las siguientes frases: “Por sus obras les conoceréis” “Buscad primero el reino de Dios y su Justicia y todo lo demás os será dado por añadidura” -El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que escuche-
El cuerpo de deseos es muy sensible a las impresiones externas mentales así como a las nuestras propias, normalmente responde a todos los pensamientos con mucha actividad y cambios de color; de aquí la importancia de dominarlo y transformarlo por medio de deseos puros, amorosos, altruistas y similares. Cuando nos ponemos a orar o a crear pensamientos elevados, estamos atrayendo materia de las regiones más elevadas del Mundo del Deseo y del Mundo del Pensamiento. Si esto lo hacemos asiduamente, acumularemos gran cantidad de esa materia y se mostrará con un color casi uniforme en nuestro cuerpo astral; eso atraerá elementales elevados y así seremos una fuente de buenas influencias respecto a las personas con que nos juntamos. De aquí podemos sacar la conclusión de que, el único medio natural para desarrollar este cuerpo, es por medio del esfuerzo continuo por parte de la persona para ser mejor instrumento de Cristo. Como ya dije, cuando nuestros cuerpos brillan de pureza vendrá el Maestro y desde los planos invisibles nos enseñará a manejarlos sin ningún peligro.
En líneas generales el Ser humano debería practicar todos los días algún método o ejercicio que le ayude a desarrollar el espíritu. Todos, en algún momento podemos tener un enfado serio, y entonces, si no estamos fortalecidos, se nos pegarán esos elementales del mal que hacen de nuestro cuerpo su templo para el odio y cosas similares. Cuando nos ejercitamos a diario en este sentido, nos estamos protegiendo de todo ese mal que está por todos los sitios y que sólo afecta a quien se pone en sintonía con él.
Si una persona se pierde en la maldad, su cuerpo de deseos será un blanco fácil en las sesiones espiritistas, será presa fácil de los peores deseos que haya donde se encuentre, y al final, puede terminar obsesionado por algún espíritu para que practique o cometa algo que arruinará su vida. Luego quizás diga “¿Pero qué he hecho yo?” Y otras personas dirán de él “¡ha perdido la cabeza, no es el de antes!” Esto es totalmente cierto, cuando uno se deja llevar por los peores deseos puede llegar a violar, matar, robar y otras cosas más de las cuales, después de algún tiempo y cuando haya purificado un poco su cuerpo astral, se arrepentirá. Cuando alguien cae en esto, su mente cede al dominio del cuerpo de deseos y no es capaz de razonar para ver su error. También hay que decir que cuando una persona cae en esta maldad, le costará mucho sufrimiento deshacerse de esa materia negativa de su cuerpo astral después de la muerte, por consiguiente, ¿Qué beneficio nos trae dejarnos llevar por el mal o meternos a hacer prácticas de las cuales no sabemos nada más que lo que nos cuentan determinadas personas?
No es conveniente dejarse llevar por los deseos de poder y ambición, ni colaborar con el egoísmo de otros que no saben lo que hacen. El discernimiento, la meditación y el razonamiento son muy útiles ante la duda, es preferible quedarnos tal como somos y con la buena intención de ser mejor, que meternos en un mundo aparentemente maravilloso o fantástico para la satisfacción de nuestros deseos que sólo nos llevará a la pérdida económica y otros problemas sociales. No es conveniente creer a ciegas ni siquiera lo que dice este libro, cada cual está en un nivel evolutivo y por lo tanto, no a todos nos sirven los mismos consejos. Es mejor meditar y discernir desde un punto de vista lógico y razonable y escuchar la voz de la conciencia, entonces estaremos listos para tomar una decisión o para superar una tentación o prueba.
Caer en vicios por ceder a nuestros deseos también nos perjudica de otra manera. Supongamos que somos alcohólicos, toxicómanos, terroristas o cualquier otra cosa similar, después de morir el cuerpo físico y pasar al mundo astral, nos podemos quedar durante un tiempo en la parte etérica del mundo físico. Esto significa - y de hecho ocurre- que el terrorista muerto deseará venganza, el alcohólico deseará alcohol y el toxicómano deseará drogas, porque su cuerpo de deseos está más activo que antes y les exige el alimento como lo hacía cuando tenían cuerpo físico. Entonces, lo que hacen es que acuden a los lugares donde hay lo que buscan para intentar saciarse, esto lo intentan constantemente afectando a los cuerpos de deseos de los vivos que practican esas mismas cosas y así les perjudican aún más.
Esto quiere decir que la persona que cae en la maldad (por muy poca cosa que parezca ser), está siendo influenciado constantemente por una serie de espíritus que no vemos, y que se alimentan de nuestra maldad y nos incitan a que hagamos peores cosas. Aquí vemos claramente que el mal aumenta el mal, y el bien aumenta el bien; uno nos puede hacer caer en lo peor para luego sufrir las consecuencias, y otro nos eleva hacia lo más bello de la vida y nos traerá felicidad después de la muerte. Es muy importante la purificación de nuestros deseos y sentimientos, porque según sean así será lo que atraigamos. La purificación del cuerpo de deseos debe ser hecha de una manera lenta pero sin pausa, no es conveniente ponerse a trabajar duramente para que al poco tiempo nos cansemos y lo dejemos. Es preferible empezar a transformar y vencer los deseos negativos pequeños y sin importancia, para después continuar con los mayores que más nos cuestan, ya que, cuanto más “pequeños” venzamos, más fortaleza obtenemos para vencer los mayores. Hay que proponerse vencer los malos deseos y procurar estar pendientes durante todo el día, para que cuando nos quieran dominar, seamos nosotros con nuestra voluntad y fortaleza quienes venzamos; al final la persistencia vencerá.
En ocultismo se dice que es el hombre mismo quien se “esclaviza y encarcela”. Veamos, ya hemos visto como el hombre es creador de pensamientos por medio de la voluntad y de la mente, y hemos explicado, que a cada pensamiento acude un espíritu elemental que utiliza la forma de pensamiento como vehículo, y afecta a los cuerpos de deseos y las mentes de los demás, pero ¿Qué ocurre con nosotros?
Por medio de la repetición de unos determinados deseos, (por ejemplo de robar) el hombre llega a obsesionarse y a atraer tal cantidad de elementales, o a hacerles tan grandes, que esos elementales le estarán estimulando para que siga pensando y deseando lo mismo o para que pase a la acción. Esto mismo ocurre cuando una persona se pone a dar vueltas a un problema y toma una decisión, como por ejemplo el suicidio. La persona misma cae en su propia trampa, no sabe salir ni tampoco ve ninguna salida, porque se ha encarcelado en su propia aura y se ha obsesionado él mismo. Sin embargo, aún encarcelado dentro de su creación obsesiva, sigue siendo libre para actuar, pensar y desear; y aunque esté obligado a actuar dentro de unos límites, siempre podrá comenzar un nuevo ciclo de liberación desde adentro.
Si esta persona se propone ver lo positivo y bueno de la vida y de las personas, y sigue fortaleciendo esos deseos por medio de crear pensamientos positivos, estará haciendo dos cosas para salir de esa cárcel obsesiva.
1ª. Estará atrayendo elementales más elevados hacia su cuerpo de deseos.
2ª. Conseguirá que se atrofien y mueran sus anteriores creaciones negativas.
Los pensamientos y deseos de la misma vibración se unen y fortifican -como lo hacen las células para crear los tejidos- para crear un hábito, y cuando el hombre consigue formar buenos hábitos, está formando un nuevo carácter.
Una de las cosas que debemos saber, es que la persona que se esfuerza por llevar su aura brillante gracias a sus buenos pensamientos y deseos está dando un gran paso, porque en su próxima vida le facilitarán todos los medios para que siga esa labor. Lo físico sigue y obedece a lo superior o mental, y cuando el hombre desea y piensa en hacer el bien y no caer en el mal, los Ángeles del destino le facilitarán el camino para que siga en el Sendero ayudando a la humanidad.
De esta forma podemos ver que el hombre mismo es quien se obsesiona, se crea los problemas, la mala salud, los vicios, los malos hábitos y un sinfín de cosas más. Las Leyes Divinas actúan desinteresada e impersonalmente, dando a cada uno lo que busca o se merece. El Ser humano puede hacerse libre y feliz viendo lo bueno y bello de todo lo que le rodea, o puede encerrarse y esclavizarse con sus deseos egoístas y con su maldad. Así pues, podemos decir que el hombre es el resultado de sus propias acciones y que tiene lo que le corresponde.
No conviene quedarnos solamente a meditar con lo dicho sobre cada persona, es aconsejable pensar en los efectos que causamos en los demás, así encontraremos respuesta a muchos problemas que nos ocurren en la vida. Tener presente que “cada efecto tiene su causa y cada causa tiene su efecto,” y el hombre está creando “causas” constantemente. ¿Qué pasaría si fuéramos conscientes de todas las creaciones originales que hacemos de forma voluntaria? o sea, que todo pensamiento, palabra y obra fueran creadas de forma consciente y voluntaria. No crearíamos ni una sola causa o pensamiento de maldad, y, al contrario, todos serían de altruismo, amor, amistad, simpatía, etc., entonces, ¿Qué es lo que nos impide comenzar a intentarlo? “Meditad esto, intentad visualizar o imaginar todo lo mencionado, ved el resultado de todo ello en vuestros trabajos y relaciones sociales, y recordar que el hábito se hace por medio de la repetición, y con el hábito creamos un nuevo carácter, pero además, creando un nuevo carácter construimos un nuevo destino”
Lo mencionado anteriormente no es más que una pequeña explicación de cómo el Ser humano crea su karma individual y colectivo. Es también colectivo porque las Leyes que rigen el universo hacen que los deseos y pensamientos de cada individuo, además de reflejarse en su aura y tener su efecto sobre sí mismo, también se unan y se reflejen en el aura del planeta hasta que, tarde o temprano, cause el efecto que corresponda en bien o en mal sobre la humanidad que lo ha creado.
Habrá quien al leer estas líneas se pregunte (aunque ya está explicado en parte) que cuál es la raíz de todo esto. La causa suele ser el “objeto del deseo” que estimula o hace que la mente ponga su atención en él, pero en realidad no es tal, ya que el objeto de deseo no hace nada más que invitarnos a desear o a actuar, porque el deseo no es director sino propulsor.
El ser humano es libre de pensar lo que quiera, por tanto puede centrar su mente en el objeto de deseo y desearlo, e incluso pasar a la acción; o bien, no hacerle caso y centrar la mente en otro objeto o cosa que les interese más, o incluso meditar sobre ese objeto que no nos interesa para sacar conclusiones por medio de un razonamiento. El mecanismo es el siguiente: El deseo tiene el poder de ser propulsor, y éste engendra al pensamiento, pero el Ego que está por encima de la mente, puede actuar como director y centrar el pensamiento en el objeto deseado o no hacerlo, por consiguiente podemos decir que, “el poder director del pensamiento guía la acción”. Por el pensamiento podemos transmutar el deseo y en consecuencia la acción, y así, modelando el deseo, podemos ser dueños y no esclavos.
La base del karma es algo así como “el lazo que ata al deseador con el objeto deseado”, esto es atar el Yo al No-Yo”. Cuando el hombre se deja llevar por sus deseos, se ata a ellos y no tiene nada más que dos caminos para separarse: O bien, solo lo consigue por medio de la acción o rompe el lazo de unión por medio de un razonamiento lógico y espiritual para repudiar el objeto. Este es el medio por el cual la humanidad se ata a la Ley de Renacimiento. dice Annie Besant en uno de sus libros maestros “La cosa deseada se asimila al cuerpo del Yo, y si es mala debemos eliminarla cueste lo que cueste, si no, tendrá que ser eliminada por la lenta acción del tiempo y del pesar” “Solamente el fuerte puede matarla, el débil ha de esperar a que crezca, fructifique y muera”
Sabiendo todo esto, debemos tener claro que la humanidad se libera del renacimiento según domine su cuerpo de deseos por medio de la mente, y según utilice su mente para crear bien en el mundo. Si no lo hacemos así, sufriremos el efecto de los malos deseos en el purgatorio, y así aprenderemos que en la próxima vida debemos utilizar la mente para razonar cuando nuestro cuerpo de deseos nos tiente.
Si nos damos cuenta del mecanismo y de cómo actúa, observaremos que nos podemos valer de la fuerza del deseo para vencer al deseo, es decir, que la misma fuerza que hace que nos atraiga un deseo que se puede convertir en un vicio perjudicial para nosotros, la podemos utilizar para desear cosas que nos causen felicidad espiritual. Estos a su vez se opondrán a los deseos que nos causan dolor, y al final vencerán y harán que mueran. Dice el Bhagavad Gita “Aún el mismo gusto abandona a quien persevera en la visión del Supremo Ser”, ése es el valor de la devoción, el amor al Ser Supremo que destruye las ligaduras que mantienen al corazón en esclavitud de los objetos del deseo. Cuando el hombre descubre la vida o espiritual, se pone por encima del yo personal que se identifica y une a la forma. El hombre debe discernir entre lo espiritual y lo personal, y así la energía de los bajos deseos se transmutará en deseos superiores guiados por la mente. De esta forma aumenta y toma fuerza la “Voluntad” que es un Divino atributo del Espíritu.
Uno de los métodos que podemos practicar es visualizar e imaginar la duradera tristeza que nos puede causar los deseos, repugnar la imagen del pasajero placer que nos causaría el deseo y a la vez, imaginar el dolor que nos causaría en el purgatorio al no poder satisfacerlo.
Cuando la persona desea elevarse hacia lo espiritual y comienza a practicar, desear y pensar en cosas positivas para su desarrollo, aunque tenga materia grosera o de baja vibración en su cuerpo de deseos, ésta no será vivificada más porque los deseos son más refinados. Sin embargo, debe estar alerta porque los elementales que están en todos los sitios y pueden venir de cualquier persona, pueden aferrarse a esa materia inactiva para vivificarla, por eso, debe ser fuerte para rechazar estos deseos como cosas extrañas hasta que mueran y le dejen libre. También durante el sueño podemos ser tentados sobre un deseo o vicio que hemos vencido y esto nos puede causar angustia inexplicable. Cuando soñamos así, significa que aún tenemos cierta debilidad en el cuerpo de deseos y que debemos ponernos en guardia por si acaso renacen.
Es conveniente tener en cuenta que normalmente tenemos dos medios para adquirir el poder sobre el cuerpo de deseos. El primero es cuando la mente se ve vencida por los deseos en la vida física y después sufre en el purgatorio. Después del sufrimiento viene la asimilación de la lección, y así la voluntad se fortalece y se hace “Poder”. Este Poder es el que vence al cuerpo de deseos poco a poco, o sea que, por cada derrota de la mente, asimilamos poder para la victoria sobre el cuerpo de deseos; así en la matriz del dolor se está formando el futuro poder que nos hará vencedores. El otro medio es el de comenzar voluntaria y conscientemente a trabajar durante el día y por la noche para conseguir esta misma victoria por medio del ejercicio de la retrospección del que más adelante hablare de una manera amplia y concreta.
Hagamos un razonamiento sobre esa frase tan conocida por medio de algunos autores ocultistas que dicen que hay que “matar el deseo”. El deseo es parte del hombre desde hace millones de años, el deseo fue el principal motivo de la caída en la depravación y la maldad en la época Atlante. El deseo gobernaba casi totalmente la mente del hombre que estaba recién nacida, éste se dejaba dominar por el deseo egoísta y ese deseo le llevó a practicar toda clase de maldades para su propio beneficio. Esa fue la más baja manifestación de deseo, o sea, el deseo de más baja vibración que ha utilizado el hombre, sin embargo, y buscando la parte buena que existe en todas las cosas (o como normalmente decimos que “no hay mal que por bien no venga”) nos benefició en nuestro desarrollo como nos está beneficiando la “Caída del hombre” porque, a través de la experiencia y el sufrimiento, adquirimos Sabiduría y evolucionamos.
El deseo es imprescindible y NO hay que matarle, al menos en la etapa que estamos actualmente. La humanidad evoluciona a través del deseo por medio de diferentes etapas, y se debe valer del deseo para desarrollar su Espíritu. La primera etapa es, la del deseo egoísta, en la cual, no deseamos nada más que lo que nos pueda servir o beneficiar sin pensar en los demás. La segunda es la que lleva al Ser humano a actuar con el deseo de compartir, porque ya es capaz de asimilar materia de deseos que hace que tenga sentimientos de colaboración y ayuda. La tercera es cuando el ser humano descubre que hay una vida superior y comprende que el deseo es el medio por el cual busca el conocimiento esotérico, místico o similares, que elevan las vibraciones del cuerpo de deseos y empieza a transformar los deseos egoístas en altruistas y más caritativos. La cuarta, sería la etapa en la que la humanidad descubre que el deseo, unido a la aspiración y a los anhelos, es imprescindible para comenzar el Sendero de Retorno. Ese deseo por lo elevado que le lleva a desarrollar la parte espiritual, es imprescindible para el individuo que desea elevarse cada vez más hacia los mundos espirituales. La quinta es la etapa en la que la humanidad comienza a “Matar el deseo” o más bien a “dejar de desear”. En esta etapa, y pensando ya en cómo podemos dejar de renacer sin que la Ley de Causa y Efecto nos ate a la rueda de renacimiento, debemos empezar a actuar con la pura intención de servir o trabajar -en pensamiento, palabra y obra- pero sin deseo por el efecto y recompensa que nos puedan traer nuestros actos y pensamientos. Cuando la humanidad llega a esta etapa no debe desear, sino simplemente actuar con el único motivo de trabajar como un deber y a modo de colaboración con el desarrollo y evolución de la humanidad. Cuando el Ser humano actúe así dejará de atarse a la Tierra, porque estará actuando como si su vida estuviera dedicada -a modo de donativo- a la humanidad y, por eso, le Ley de Causa y Efecto no le obligará a recibir los efectos haciéndole renacer otras veces. Además, sabiendo que lo que hacemos por la humanidad es como si lo hiciéramos para Dios, llegamos a la conclusión, de que nuestra labor está dedicada a apresurar la evolución de la humanidad y de Dios, y esto, queramos o no, nos trae el efecto de nuestras acciones, pero de una forma muy diferente y más elevada de la que normalmente nos trae la Ley kármica.
Es cierto que la humanidad no está preparada para esta última etapa que he mencionado, pero algunas personas ya lo han conseguido; otras también están trabajando y terminando en la cuarta etapa. Es conveniente dejar claro, que el neófito debe comenzar cuanto antes a dominar, transformar y controlar sus deseos según las etapas mencionadas, no es fácil, pero “el que no comienza no acaba” y “el que no persiste no vence”, solamente es vencido el que deja de intentarlo, y en este caso, y como ya he explicado, nuestro trabajo principal está dirigido hacia el deseo.
Hay personas que son idealistas, y eso también puede ser útil para su desarrollo, porque un ideal no es ni más ni menos que un concepto fijo en la mente, pero es un concepto de naturaleza inspiradora que puede ser muy útil para guiar la conducta. El medio más eficaz para crear un ideal es por medio de influir en el deseo. El mejor momento para crear un ideal es cuando el cuerpo de deseos está relajado y la mente predispuesta para el trabajo espiritual. Entonces, la persona debe meditar sobre la finalidad y la meta de su vida y de sus aspiraciones, después de tener claro todo esto, debe escoger los medios y cualidades que va a necesitar para llegar a su meta, y una vez que úna todas sus cualidades en un sólo concepto, debe representárselo todos los días de la manera más vigorosa posible, de tal manera que el ideal aparezca con toda claridad y lleno de belleza y nobleza para que sea verdaderamente atractivo.
Así, cuando la tentación y los bajos deseos aparezcan, la persona abrazará con el intenso amor de su corazón y con sus ansiosos brazos ese ideal formado por él mismo. Los deseos superiores vencerán a los inferiores, haciendo que la persona fortalezca su ideal y sus nobles pensamientos para hacer que los bajos deseos pierdan poder hasta que mueran de inanición. Así el hombre puede hacer de su enemigo un aliado, y de los deseos unas alas que le eleven al cielo.
A algunas personas les resulta más fácil luchar contra la naturaleza de deseos de la siguiente manera: Se ponen a meditar e imaginar cómo caen en un determinado vicio (el que quieren vencer), observan como ceden a las tentaciones de la manera más simple y absurda porque ni siquiera intentan luchar contra ellas Observan como cada vez ceden más a ese vicio y se hunden porque están totalmente dominados y esclavizados, a continuación, ven como su cuerpo enferma y cambia su forma hasta que, al fin, comprenden su inevitable muerte. Quien tiene conocimientos ocultos o esotéricos puede continuar este método a partir del momento de la muerte, imaginándose en el purgatorio sufriendo de una manera muy intensa por no poder acceder a esos deseos de cosas materiales. Allí, el deseo existe y es más intenso porque no tiene cuerpo físico que lo amortigüe, pero no puede obtener esos objetos del deseo que en su vida física le satisfacían, quiere salir de ese lugar, pero sus deseos no se lo permiten y le atan al mundo astral inferior, donde está lo peor de la naturaleza humana y astral. Así, puede - y debe- ver como cede a sus siniestros deseos, le puede costar muy caro porque, no sólo le causan sufrimiento en la vida física y en el purgatorio, sino que en algún momento de su desarrollo deberá vencer esa tentación voluntariamente, ya que él mismo cayó, y por lo tanto, él mismo debe superarlo.
Este ejercicio de repulsión tiene el inconveniente de que cuando pensamos en esas cosas repulsivas, atraemos materia astral de la misma vibración y nos puede perjudicar, si después no nos fortalecemos con ejercicios y pensamientos espirituales, pero de todas formas, se puede utilizar cuando no conseguimos dominar ese vicio por ningún otro medio.
El cuerpo astral o de deseos, también se le conoce como cuerpo emocional, y como tal, también hay que comentar alguna cosa. La emoción es una fuerza motriz que aviva el pensamiento e inclina a la acción, es el resultado de la acción del intelecto sobre los deseos. Las emociones son poderosas y muchas personas se ven dominadas por ellas hasta terminar en elevación o en caída, en alegría o tristeza. Es muy importante la práctica del discernimiento para hallar el equilibrio ante las emociones, la razón es quién debe dominar, cuando una persona llora por compasión hacia una amiga enferma, está siendo dominada por el cuerpo de deseos, y aunque aparentemente esta actitud es positiva, en realidad no está haciendo bien porque es más útil la ayuda moral y el razonamiento para buscar soluciones a la enfermedad, que no dejarse llevar por esa emoción que puede perjudicar a la otra persona. Digamos que la emoción es quien impulsa a la acción, pero esa acción debe estar controlada por el discernimiento, así es como el Yo Superior, puede ser dueño y guía de las emociones y no su víctima.
Las personas que se dejan llevar por las emociones, llenan su aura de esa determinada vibración y a su vez crean una atmósfera similar en sus hogares, como resultado, ellos ven todo a través de su aura o punto de vista emocional porque lo alteran antes de llegar a la mente, la cual, no puede interpretarlo tal y como es en realidad. El mejor método para dominar las emociones es la meditación, pero ésta debe hacerse en los momentos de mayor relajación o nada más despertarse por la mañana, porque el Ego acaba de incorporarse al cuerpo físico, y por lo tanto los cuerpos, y sobre todo el cuerpo de deseos, está más relajado.
Dentro de los métodos que trataremos más adelante, estudiaremos uno que se relaciona con las emociones, se trata de visualizar y programar nuestras actitudes ante determinadas situaciones en que nos dejamos llevar por las emociones, para luego intentar estar todo el día pendiente para que cuando lleguen esos momentos, seamos nosotros quienes podamos dirigir la situación por medio del control del cuerpo de deseos.
Hay quien opina y piensa, que la persona que en esas situaciones o actitudes utiliza la mente y frena la lengua hasta tener bien claro lo que va a decir y pensar, es un iniciado en el control de las emociones. “La verdad realza y la mentira deprime,” es mejor meditar y hablar solamente cuando es necesario, y siempre con la verdad y de manera suave y agradable. Los chismes, las burlas y las críticas, crean emociones frívolas y desgastan la energía mental y moral, por eso, más vale “el buen callar que el necio hablar”, porque en el silencio se fortalecen, se equilibran y armonizan las emociones y así sujetamos la fuerza del carácter. También es cierto que practicar el silencio nos puede llevar a la descortesía, el desánimo y al desaliento hacia los demás, por lo tanto, debemos tenerlo siempre presente para actuar en sentido equilibrado.
Otro método para dominar las emociones, es refrenar las acciones impulsivas. Hoy estamos acostumbrados a actuar con prisas, sin embargo, en la mayoría de los casos no es necesario, siempre tenemos tiempo para meditar y razonar con prudencia antes de pasar a la acción; no es bueno actuar a raíz de un impulso emocional sin haber razonado el hecho con la suficiente tranquilidad. El estímulo o impulso emocional parte de la conciencia, pero es siempre como respuesta a un estímulo externo, es una energía no razonada, que hace que nos precipitemos, por tanto, hay que responder con reflexión y calma. La verdad es que nos gusta lo fácil y no nos gusta refrenar las cosas que nos perjudican, pero el aspirante a la vida superior, debe estar siempre luchando y renunciando incluso a ciertas emociones que aparentemente no nos influyen negativamente. La meditación diaria, el discernimiento, el razonamiento antes de hablar, y no responder a los impulsos, son los mejores medios para transformar las emociones peligrosas en nuestros más y mejores colaboradores.
Cuando la persona domina las emociones las puede utilizar para hacer una buena obra con el prójimo, esto es, si nos encontramos, o tenemos un problema con una persona muy enfadada, sus vibraciones de odio o de mal humor intentarán estimular nuestro cuerpo emocional para que nosotros también nos enfademos y le respondamos. Así como el odio despierta odio, y el amor también estimula el amor, cuando ocurre un caso de estos debemos refrenar el impulso de cólera y dejar que las vibraciones del contrario se estrellen contra nuestro cuerpo emocional inalterable, y, si somos dueños de nuestras emociones, responderemos con amor y paciencia. Cuando respondemos firmemente, y de manera automática a esas vibraciones emotivas, estaremos preparados para devolver “bien por mal”, además, de esta forma, colaboramos con los Hermanos Mayores, Guías de la humanidad, en su gran obra de limpiar la maldad que hay en el planeta. También y de manera individual, podemos utilizar nuestro cuerpo emocional para mandar todos nuestros mejores sentimientos a las personas que queremos.
¿Cuántas veces nos hemos visto debilitados para continuar en el Sendero del desarrollo interno, nos hemos quedado sin aspiraciones, sin anhelos de elevación, y no sabemos cómo continuar? También aquí el cuerpo emocional nos puede ayudar mucho, si creamos las emociones adecuadas y las unimos a un objeto de devoción, por medio del cual, sacaremos la fuerza y el ímpetu necesario para continuar nuestro camino espiritual. Aunque hablaremos de esto más adelante en la teoría de un ejercicio, se trata de trabajar con lo que llamamos “Adoración”, o sea, dirigir nuestra admiración e intenso amor hacia un determinado Ser de gran exaltación, porque, quien es capaz de amar y de admirar, posee una de las mayores fuerzas de la humanidad. Esto despierta en nosotros el amor y el estímulo, y hace que amemos lo grande y prescindamos de lo pequeño, si a este gran ideal o Ser ejemplar, le hacemos parte de nuestra vida, tendremos un gran motivo para actuar siempre de manera benevolente, altruista y amorosa. Algunas personas verán más fácil hacer estas prácticas reverenciando a su propio Yo superior, como si fuera su Guía espiritual o Ángel de la Guarda, quienes actúen así, y amen y honren a ese Ser, estarán acercándose cada día más al vestíbulo de la Iniciación.
Según purificamos nuestros deseos y los hacemos más puros, ponemos a nuestra disposición sus poderes, y lo mismo que un maestro orfebre comienza por familiarizarse con sus herramientas y tarda mucho en hacerse hábil en su manejo, así nosotros por medio de la purificación del cuerpo de deseos, empezaremos a dominarle y con el tiempo, a despertar sus poderes. Este trabajo también se relaciona con las actividades nocturnas mientras el cuerpo físico duerme, digamos que, cuanto más esfuerzo durante el día, mejores resultados en las actividades nocturnas en el mundo astral; cuanto antes nos deshagamos de materia grosera astral, antes tomaremos conciencia de ese mundo.
El que se encuentra en este nivel del Sendero, debe empezar ya y en serio a elevar sus deseos hacia lo superior, debe intentar ser un Ser espiritual en sentimientos y deseos, para olvidarse y dejar que se atrofien sus antiguos deseos animales. Debe dejar de estar a merced de sus deseos y pasiones, y hacer que se conviertan en anhelos espirituales; debe darse cuenta de que hasta ahora ha sido un esclavo de sus deseos, y a partir de ahora puede volar a cimas más altas donde los deseos vayan todos dirigidos hacia cómo ayudar a la humanidad. Somos libres de hacer lo que queramos, pero cuanto antes empecemos a trabajar, antes aceleraremos nuestro desarrollo interno, y si en esta vida no conseguimos desarrollar esos poderes, podemos tener la seguridad de que hemos avanzado a pasos agigantados, y que en otra los obtendremos. El cuerpo de deseos debe ser nuestro fiel servidor, y no nosotros sus esclavos, pero la única forma de conseguirlo es cambiando los deseos materiales por otros morales y espirituales.
Si nuestra voluntad y mente trabajan sobre el cuerpo de deseos con la verdadera intención de acelerar nuestro progreso espiritual, podemos decir que:
1º. La voluntad de obrar de acuerdo a las Leyes Divinas, o de sembrar aspiraciones y deseos para mejorar a la humanidad, se transformaran en capacidades para desarrollarlas.
2º. Los deseos de elevar a la humanidad por medio del amor y el servicio desinteresado que no hemos conseguido desarrollar, se convertirán en potentes ideas mentales para que sean ejecutadas en un futuro próximo.
3º. El deseo de actuar de cierta manera en esta vida, tomará forma e impulso para que sea desarrollado en la siguiente.
4º. La repetición de los pensamientos y sentimientos elevados en esta vida, se convertirán en tendencias para la mente, e inclinaciones para su manifestación en la próxima.
5º. Es conveniente recordar que, la constante repetición de un acto crea un hábito, y el hábito da paso a la acción.
Cuando comenzamos a esforzarnos por cambiar, suele ocurrir que nuestro mayor deseo sea “ayudar a la humanidad”, esto es aparentemente fácil, pero también tiene algo de fantasía. El aspirante que desea purificar su cuerpo astral para ser un servidor de la humanidad, debe comenzar por las cosas pequeñas, quiero decir, que debe estar atento para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Esta actitud es conveniente, porque estas pequeñas cosas son las que nos prueban para comprobar hasta dónde deseamos servir, y cuál es nuestra fortaleza para ayudar. Primero debemos vencer nuestro mal carácter y otros defectos similares, para que cuando estemos sirviendo, no seamos un problema para otras personas, debemos brillar por nuestra buena voluntad, y una vez que lo consigamos, podremos cumplir mejor nuestros deseos.
Desarrollar el Amor es lo que más debemos desear, pero este amor es sólo aquel que sale del alma y quiere manifestarse en todos los seres para satisfacer sus necesidades espirituales; la riqueza que más debemos desear es aquella que nos permita tener muchas oportunidades para servir y predicar la Verdad que conocemos; el Poder que debemos desear es sólo aquel que nos sirva para elevar a la humanidad en lo moral y espiritual; la Fama no deberíamos desearla, pero si nos viene, debemos aprovecharla para diseminar nuestro conocimiento, sabiduría, y Amor por medio de conferencias, libros y cualquier otro medio; el Anhelo que debemos tener, es el del servicio en pensamiento, palabra y obra, pero no para satisfacernos a nosotros mismos, sino para beneficiar al prójimo.
Olvidarse de uno mismo para servir y ayudar a los demás es la verdadera meta, y para ello, hay que empezar por ser amable, simpático, compasivo, servicial, etc., pero no de vez en cuando, sino siempre y de corazón Hay quien opina que “el tiempo que no se aprovecha en servir es tiempo perdido”. Cada vez que hacemos una buena obra porque ese es nuestro deseo, estamos creando la oportunidad de que se produzca otra de mayor importancia, y esto debemos practicarlo en la medida que nuestros deseos se purifican. Después viene otro paso más, cuando conseguimos cumplir los deseos de servir y ayudar donde podamos, debemos intentar crear una “unidad”, quiero decir que no basta con servir, sino que debemos compenetrarnos con los demás por medio de nuestra aura, identificarnos, penetrar en sus corazones y comprenderles. Se trata de: “Auxiliar, comprender, conocer y amar”, pero esto siempre debe ser practicado con humildad, porque la humildad lleva a la Sabiduría. Está escrito: “Sed humildes si queréis alcanzar la sabiduría, sed más humildes aún cuando la halláis conseguido”
Se dice que el cuerpo de deseos es el gran tentador, y que si cedemos a su influencia nos puede llevar a la perdición. El deseo, como todo en el universo, evoluciona, y esto lo podemos ver si estudiamos la naturaleza personal del Ser humano de hoy y la comparamos con la de hace unos siglos atrás. Cuando por el desarrollo espiritual pasado, el hombre contacta con una escuela esotérica o mística en una vida, significa que es un alma madura, o lo que es lo mismo, que se ha esforzado por superar y purificar su naturaleza personal y está comenzando en el verdadero camino de la iniciación. Las Escuelas preparatorias, como por ejemplo la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel, representa y enseña el verdadero camino de desarrollo interno para todo aquel que quiere esforzarse y sacrificarse para vencer -principalmente- su naturaleza de deseos y comenzar a dirigir sus vehículos de una manera voluntaria, consciente y emancipada de todo lo que le rodea.
Naturalmente que, hasta llegar aquí, el hombre ha sufrido mucho para purgar sus deseos, y por eso debe empezar cuando antes a abandonar ese deseo material y egoísta que le ata a la rueda de renacimiento. Yo no creo que se deba eliminar el deseo, sino solamente los deseos materiales y egoístas, los deseos de conocimiento y crecimiento espiritual deben estar presente en esta etapa, después vendrá el deseo de alcanzar al Maestro y la Iniciación; además, debemos estudiar con qué sentimiento e intención deseamos las cosas, porque si es con el deseo de ayudar a otros, tampoco se debería eliminar. El hombre debe desear trabajar por la humanidad, pero identificándose con la vida universal que anima la forma para llevarla a la perfección. El aspirante o discípulo debe despojarse del deseo de vida, pero de vida personal, y sin embargo, debe tener el deseo único de estar o servir dónde y cómo Dios le necesite, su deseo en este sentido será de ser un instrumento de la vida universal.
Esta es la gran diferencia, la humanidad de hace unos siglos, y una gran mayoría de hoy ayudan por egoísmo, y el Ser humano que inicia el sendero del desarrollo interno, lo hace de corazón y con el único deseo de ayudar a las vidas que son parte de Dios, para que alcancen el desarrollo espiritual cuanto antes. Cuanto más evolucionada es la persona, más tolerante y compasivo es con los demás. A medida que el hombre destruye en sí mismo el deseo de vida separada, respeta cada vez más a los que la desean, y comienza a adquirir el sentido de lo eterno en todas las formas que le rodean.
En este Sendero, el aspirante debe llegar a un grado en que no desee la adquisición de conocimiento espiritual y ni siquiera llegar al Maestro, sino simplemente ser un instrumento de Dios. De esta forma se vuelve activo como los que tienen ambición, -pero sin tenerla- y con el único fin de ser un canal de lo superior, así su energía es absorbida por Dios; ese es el único y principal motivo para su vida.
Una vez puestos a trabajar por lo superior, debemos abandonar progresivamente lo inferior y vulgar, debemos perder lo bajo para ganar lo alto. En esta etapa nos damos cuenta de que empezamos a vivir en la mente y cada vez menos en el deseo, ya hemos aprendido que dejarse llevar por ciertos deseos, pasiones y sentimientos es innoble, por lo tanto, comenzamos a dominar y a seleccionar estos aspectos del cuerpo astral. Después de un tiempo de más elevado desarrollo, nos damos cuenta de que la mente tampoco nos satisface, y entonces buscamos la vida del Yo Superior para mirar todas las cosas desde ese punto de vista. Entonces puede surgir el “impedimento” del “deseo del propio desarrollo”, pero no debemos dejarnos obstaculizar por ese deseo, sino que nuestra actuación debe ser la de aceptar cumplir correctamente con las oportunidades que se nos presentan pensando: “No es un trabajo para mi desarrollo, sino un deber para con el Maestro y con Dios”
Otro deseo que debemos eliminar, es el de “ser superior a los demás”, debemos tener cuidado porque, si lo tenemos o vuelve a renacer después de creerle vencido, significa que todavía estamos en peligro de caer en ciertas tentaciones perjudiciales para nuestro desarrollo. Ese sentimiento pertenece al yo personal, por tanto, no debemos ceder a él por el sólo deseo de crecimiento para el propio beneficio, así, cuando el aspirante supera el deseo de crecimiento por encima de los demás, de donde puede surgir el menosprecio, el orgullo, la arrogancia, etc., debe volverse indiferente y centrarse en el gozo que puede llevar a dar a los demás, por medio de su ejemplar vida. De modo que no es pensando y deseando cosas para nosotros mismos como debemos avanzar, sino luchando por el bienestar de los demás. Si pensamos en nosotros, debe ser solamente con la intención de desarrollar las virtudes y poderes para poder servir mejor porque, olvidándonos de nosotros mismos por el trabajo desinteresado, crecemos como partes del Todo.
Si podemos concebirnos como parte de la humanidad y como conquistadores de nuestro avance en pro de la misma, y sin que exista pensamiento o deseo alguno del yo inferior, entonces habremos elevado y purificado nuestro deseo convirtiéndolo en aspiración que, en este caso sí es completamente deseable. El aspirante que trabaja sin preocuparse por sus propios intereses y procura estar en segunda línea o pasar desapercibido en la sociedad, no será comprendido, porque la gente comprende y admira al de gran fuerza, conquistador y famoso que causa impresión y se esfuerza por ser el primero. Para la gente, esta persona ha conseguido el éxito y ha demostrado ser el más fuerte, pero el Aspirante puede ser mucho más fuerte aún, y sin embargo no mostrará sus cualidades de ninguna forma porque no quiere hacerse notar.
El trabajo o servicio a la humanidad sin deseo egoísta, es servicio a Dios, porque la comunicación con Dios está en el corazón mismo de las cosas, y el hombre que hace sus “deberes” pensando en Dios, derrama toda su energía en ese mismo sentido, y así aumenta la Divina Fuerza que continuamente se está derramando por todas partes. De esta forma no hay resultado personal en los mundos inferiores, pero con cada acto voluntario en esa línea se acerca más a la verdadera vida del Espíritu y se convierte en mejor y más amplia expresión de la Divinidad. De esta manera, no es correcto decir que no obtenga resultados, pero es que en el Universo regido por las Leyes, nada puede quedar sin resultado, sin embargo, no hay resultado tangible que le pueda beneficiar materialmente.
Hasta aquí hemos visto como, en las etapas del aspirante a la vida superior, debemos eliminar los deseos personales y llevar a cabo los espirituales, es conveniente que cada uno medite sobre sus deseos para ver cuáles debe fomentar y cuáles debe dejar morir de inanición. Dijo un poeta que “El deseo es la base para formar un vicio, y el vicio es tan espantoso que para rechazarlo no hay que hacer nada más que verlo, sin embargo, si lo vemos muy a menudo nos familiarizamos y unimos a él, y así, lo que ocurre es que, primero resistimos al deseo, después lo complacemos y, por último, lo abrazamos”. Como nosotros somos libres y tenemos voluntad propia, podemos alimentar al deseo, o utilizar esa misma fuerza para combatirlo creando mentalmente un nuevo carácter moral y espiritual y llevarlo a la práctica para que, por medio de la repetición, se consolide como un hábito o nuevo carácter.
“Si queréis vencer ciertos deseos, no los alimentéis pensando en ellos y comenzad a desear otros contrarios, pero sin permitir que la mente se centre en los anteriores.” Esto requiere fuerza de voluntad, pero con cada victoria se fortifica la misma, centrar vuestra mente en el nuevo deseo y embellecerlo y sacarle el mayor provecho, eso le hará fuerte para que sea la base de vuestro ideal y línea de actuación en la vida. Tened claro que la mayoría de las cosas que hacemos están basadas en el hábito, y de lo que se trata, es de crear un nuevo hábito espiritual para conseguir atrofiar al otro deseo que no nos gusta. Ya he dicho que la repetición crea el hábito, el hábito forma un nuevo carácter, y el carácter puede cambiar el destino de la persona; pero para conseguir esto debéis repetir mucho las imágenes del nuevo hábito y carácter, y vivirlas y sentirlas para que se graven en el subconsciente y os recuerden la línea de actuación a seguir. También y como es lógico, debe de haber persistencia, lo más importante del dominio propio consiste en no dejarse llevar por el deseo y la impulsividad”.
MEDITACIÓN
Una vez relajados, comenzad a repetir con el pleno convencimiento y sentimiento de que lo sois, algunas palabras como: “Yo soy fuerte en la persistencia y en la voluntad, mi valor y confianza propia hacen que consiga el progreso espiritual que deseo, mi equilibrio y armonía me ayudan a cambiar mis hábitos y carácter, etc.” A continuación comenzad a imaginar y visualizar cómo cambiáis esos malos deseos y actuaciones que en determinadas circunstancias os afligen, ved vuestra actuación de la manera deseada desde el punto de vista espiritual. Observad todos los detalles y vivir las imágenes como si realmente estuvierais en esa situación, y sentir la satisfacción de que os está saliendo como verdaderamente deseáis. No tengáis reparo en seguir visualizando cómo vencéis esos deseos cambiando vuestra línea de actuación, la práctica repetida os hará conseguir implantar el nuevo carácter. Fijar en la mente la nueva línea de conducta, y practicarla con perseverancia y paciencia. No olvidéis que este ejercicio es, al fin y al cabo, la creación de un ideal en vosotros, por tanto, no debéis olvidar llevar a cabo la práctica constante de éste ideal.
No hay que olvidar tampoco que los ideales se consolidan con la práctica diaria en las situaciones que nos surgen, y por eso debemos practicarlo en la vida real, para que el nuevo carácter, libre de deseos negativos, se forme y fortalezca. Con este ejercicio llegareis a comprobar cómo, cuando queremos, podemos cambiar muchas actitudes de nuestra vida personal. Recordad que sois un Espíritu que está por encima de la mente, deseos y hábitos, y que tenéis todo el poder del Espíritu que se manifiesta como voluntad y confianza propia para vencer los obstáculos del desarrollo interno. Intentad tener siempre presente los más elevados ideales, para que por medio de la repetición mental y física, podáis incorporarlos a vuestra naturaleza interna. No olvidéis que, como Egos, sois los verdaderos directores de la personalidad, y si queréis, podéis vencer los deseos materiales con los espirituales.
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario