“La retrospección es uno de los métodos
más elevados para evitar el purgatorio”
CAPÍTULO X
LA RETROSPECCIÓN
Retrospección significa “mirar hacia atrás o a la inversa”. La retrospección es uno de los dos ejercicios que recomienda Max Heindel en el “Cristianismo Rosacruz”. Fue dado por los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz, como uno de los mejores métodos para el desarrollo de la visión o percepción espiritual. La retrospección causa en la persona un sentimiento de “Verdad” que está más allá de la razón, a la vez, también desarrolla la devoción, que es otro de los ejercicios que el aspirante espiritual debe practicar.
Como ya hemos visto, el cuerpo de deseos tiene unos centros o chacras, que bien se pueden llamar los “sentidos” para percibir conscientemente el mundo astral. Estos centros pueden ser despertados, pero dependiendo del método que se utilice, así será el resultado. Cuando un aspirante consigue despertar y poner en movimiento estos centros por los métodos apropiados, además de por su propio desarrollo espiritual, lo hace de tal manera que esos vórtices giran en el sentido de las agujas del reloj, y esto le permite ver los mundos invisibles cuándo y como quiera. Sin embargo, cuando estos centros se despiertan con drogas, respiraciones rítmicas, mirando a espejos o cristales, o cualquier otra cosa similar que hoy -ignorantemente- recomiendan algunas personas, los centros giran en sentido contrario a las agujas del reloj, y el efecto es que hay peligro de terminar en un centro psiquiátrico o incluso en otro sitio peor. En este último caso, el clarividente ve las imágenes como si fuera en un espejo, o sea, que aunque se vean, no están ahí e incluso se ven al contrario y son difíciles de interpretar, porque son más bien un reflejo.
Ya se ha mencionado que el Ser humano que desea alcanzar la clarividencia, puede practicar algunos ejercicios que le serán muy útiles, estos pueden ser: La concentración, la retrospección, la observación, la adoración, la devoción y la meditación. Todos ellos contribuyen al desarrollo interno, y aunque nos pasemos toda la vida haciéndolos sin desarrollar la clarividencia, podemos tener la seguridad de que hemos hecho un gran trabajo para la próxima vida, y un aumento del poder anímico en ésta. Cuando a través de estos ejercicios alcanzamos la meta para el desarrollo de esos poderes, nuestra Luz es tan brillante que atraerá la atención del Maestro, y a partir de ahí, es cuando comenzamos a ser instruidos por Él, dándonos a cada uno los ejercicios particulares y adecuados que necesitamos según nuestro propio desarrollo. Todas las persona tenemos una nota-clave y para que esa nota-clave vibre, debemos hacer lo que el Maestro diga, porque Él ve internamente lo que más necesitamos y lo que menos peligro tiene para nosotros.
Naturalmente que cuando hablo de Maestros no me estoy refiriendo a cualquier persona que se haga llamar así, bien porque sea oriental, o bien porque sea un profesor de un centro o escuela donde se imparten cursos y conferencias. Los Maestros a los que me refiero no se dan a conocer como tal nada más que en los planos internos, pasan desapercibidos por la Tierra -cuando tienen cuerpo físico-. Cuando se aparecen no cabe la menor duda de que son ellos por la manera en que se comunican con el aspirante, son Seres de muy elevada espiritualidad que hacen todo con Amor, humildad y sencillez, porque intentan imitar a Cristo en todos los sentidos. Por lo tanto, todo lo que hacen con sus discípulos queda en los planos internos y no se entera nadie, no se exterioriza físicamente como ceremonia ni prácticas de ninguna clase.
Es un vulgar pretexto el que ponen en algunos sitios o algunas personas para ganar dinero, dicen que es para pagar los gastos -y luego ganan tres veces más- o bien dicen que es para los desplazamientos y comida. Un verdadero Maestro no actúa así, ellos no comercializan sus enseñanzas sino que lo hacen como servicio altruista y amoroso, por eso es bueno guiarse por la frase “Por sus hechos les conoceréis”. Los Maestros están a la expectativa para contactar con quien está preparado, pero mientras el aspirante no prepare ese momento por medio de estos ejercicios y conocimientos, no podrá enseñarle ni ayudarle a desarrollar la clarividencia. El aspirante debe trabajar duro y con persistencia -cosa que hoy cuesta mucho- para espiritualizar los dos éteres superiores del cuerpo vital y así desconectarlos de los otros dos. Aquí entra y tienen un papel muy importante los ejercicios de Concentración y Retrospección dado por los Hermanos Mayores de la Fraternidad Rosacruz. Una vez que se consigue esto y con la ayuda de la observación y el discernimiento, es cuando estamos preparados para recibir las instrucciones oportunas de un Maestro, y así despertar esa percepción espiritual.
Así es, al fin y al cabo, como ponemos en correcto funcionamiento esos “chacras astrales”, pero veamos qué papel tiene aquí la retrospección, ya que por el día esos centros están como adormecidos y solamente se ponen en movimiento normal cuando dormimos y salimos del cuerpo físico para restaurar los vehículos inferiores. Este método hace que esos centros se pongan en movimiento estando despiertos, para así, y unido a la concentración, encontremos el equilibrio y seamos conscientes en el Mundo del Deseo.
Para hacer el ejercicio de la retrospección es muy importante estar relajado, por lo tanto es conveniente aprender a relajarse, o al menos, hacer algún otro ejercicio de imaginación o visualización que nos compenetre de armonía y nos equilibre, una vez en la cama, y un momento antes de la retrospección. Esto podría ser algo así: Hay que relajarse todo lo que se pueda, después imaginar o visualizar el cuerpo vital un poco más grande que el cuerpo físico, lleno de puntitos brillantes de un color rosado y en los bordes de azul y oro. A continuación, imaginad al cuerpo de deseos que se expande algo más, y cuyos colores preciosos y fuera de lo común, están en constante movimiento. Por último, intentad sentir y visualizar el cuerpo mental en la parte superior del cuerpo físico, vibrando con un determinado sonido y relacionándose con los demás vehículos. Vosotros como Egos, estáis por encima de todos los cuerpos y los manejáis perfectamente haciendo que haya armonía y equilibrio. Por eso hay que relajar los vehículos, y sobre todo el cuerpo de deseos, para conseguir que los músculos se suelten y que la sangre circule con toda libertad y sin obstáculos. En estos momentos es cuando estaréis listos para hacer la retrospección.
El ejercicio de la retrospección trata de revisar los hechos del día en sentido inverso -desde que nos acostamos hasta el momento de levantarnos- para revisar nuestras acciones y pensamientos del día. Por un lado, nos debemos censurar y por otro felicitar, dependiendo de lo que hallamos hecho, pero sobre todo hay que poner un verdadero y profundo sentimiento de arrepentimiento o contrición. Las imágenes deben de ser claras, porque esto también ayuda a practicar el discernimiento y la imaginación, la concentración es muy importante para estudiar una determinada actitud, pero también lo es la observación de las imágenes. Todo esto tiene como base los hechos del día que acaba de terminar, y por eso es muy importante también la práctica continua de la observación. Si observamos con atención durante el día, a la hora de la retrospección recordaremos mejor todas los hechos y actitudes, y además, las imágenes estarán de acuerdo y en armonía con las del subconsciente mientras transcurre el ejercicio.
Como ya hemos visto en un anterior capítulo, después de la muerte vamos al purgatorio y a continuación al cielo, para recoger y grabar en la conciencia el fruto de nuestras acciones, pensamientos y palabras de la anterior vida -excepto cuando hay un arrepentimiento de corazón y un perdón de los pecados- El fruto del purgatorio viene dado por el hecho de sufrir “nosotros mismos” el dolor que causamos a otros, y cuando el sufrimiento nos hace conscientes del mal y nos arrepentimos, se nos borra el “pecado”, y sólo nos queda el recuerdo grabado en el átomo-simiente. Así en la próxima vida nos hablará como conciencia, para advertirnos de que no volvamos a caer otra vez en lo mismo.
El ejercicio de la retrospección nos lleva a vivir el purgatorio y el cielo en la misma vida física, o sea, a sufrir cada día a la hora de acostarnos, el mal que hemos hecho a otros y sentir toda la felicidad de ese mismo día. De esta manera se vive la experiencia purgatorial y celeste en la misma vida y así ahorramos tiempo después de la muerte para poder utilizarlo en otras actividades para nuestro propio progreso y el de la humanidad. Las acciones y emociones que más hay que examinar son:
1º. Las que impliquen emociones fuertes como: venganza, temor, cólera, odio, etc.
2º. Las acciones mediante las cuales intentamos escapar de la realidad y la responsabilidad, o evadir la experiencia.
3º. Cuando juzgamos a alguien o cuando manifestamos atracción o repulsión por cualquiera.
4º. Nuestra actitud hacia el trabajo y otros deberes, como padre, marido, etc.
5º. Si las palabras que hablamos fueron dichas con verdad o falsamente, si con amor u odio, si fueron necesarias o no, si pudimos ofender o crear burla, si exageramos o reprimimos, preguntémonos ¿Hablamos y actuamos en verdad y justamente?
6º. Cómo actuamos respecto al sexo opuesto, ¿Hubo deseo pasional o sensual? ¿Cómo miramos al sexo opuesto y qué pensamos?
7º. ¿Cumplimos nuestros deberes o protestamos y lo hacemos de mal humor? ¿Lo hacemos con egoísmo o indiferencia?
8º. ¿Hemos sido bondadosos, comprensivos y tolerantes con los demás?
9º. ¿Comemos para vivir o vivimos para comer y envenenar nuestro cuerpo con cosas nada puras ni saludables?
10º. Observar la actitud moral en cada escena que visualizamos.
Estas son algunas de las cosas que debemos mirar, por supuesto que hay muchas más, pero resumiendo los beneficios de la retrospección, diré que son:
1º. Relajación del cuerpo físico.
2º. Desarrollo de un fervor devocional y un reconocimiento intuitivo de la verdad.
3º. Conocimiento de cómo actúa la Ley de Causa y Efecto.
4º. Restauración diaria de la armonía en los diferentes cuerpos con más rapidez de lo normal.
5º. Acortamiento del tiempo que se pasa en el purgatorio y en el cielo.
6º. Progreso en el desarrollo del carácter.
7º. Control mental, lo cual tiene que ser resultado de un esfuerzo disciplinado de trazar los sucesos del día de una manera amorosa y altruista.
Si alguien se pregunta el porqué del sentido inverso de la retrospección, diré que la explicación está basada en que desde que hacemos la primera inspiración de aire en el momento de nacer, hasta que hacemos la última a la hora de la muerte, estamos grabando las imágenes del mundo físico que nos rodea por medio del aire que respiramos y a través de la sangre que llega al corazón, así quedan impresas en el átomo-simiente que está ubicado en el ventrículo izquierdo. Por eso, cuando vemos la película de nuestra vida después de la muerte, vemos primero los efectos y después las causas que hicimos para que ese sufrimiento o felicidad se manifestara. Por eso mismo, debemos ver primero los hechos de la noche para terminar con las de la mañana, de esta forma podremos comprobar muchas veces como una simple palabra puede causar un efecto muy negativo.
El hecho más importante de la retrospección está en que se debe juzgar la persona misma de una manera imparcial e impersonal como lo hace la Ley de Causa y Efecto, debemos ponernos en su puesto, pero ¡Cuidado! un sólo y simple repaso maquinal no nos beneficia en nada, es el sentimiento o “remordimiento”, de sincero arrepentimiento por lo cometido, lo que erradica las imágenes del átomo-simiente y lo deja inmaculado. De esta manera, cuando llegamos después de la muerte al purgatorio, no tendremos materia astral -pecados- de las regiones inferiores del Mundo del Deseo y, por lo tanto, no nos tendremos que quedar allí.
El valor de la retrospección es enorme, es mucho más beneficioso que cualquier otro ejercicio porque, no solamente nos evita estar muchos años en el mundo astral, sino que una vez que hacemos el trabajo de restauración y equilibrio de los cuerpos invisibles, podemos dedicarnos a hacer otras cosas. Con este trabajo incorporamos cada noche un sentimiento de rectitud en el Espíritu, para así aumentar nuestra conciencia y dirigirnos hacia una manera de pensar y actuar por encima de la humanidad común.
Alguien dirá “Si yo hago algo malo y me arrepiento en el momento también sirve”, ¿no? No es lo mismo, normalmente no tenemos el suficiente tiempo cuando estas cosas ocurren como para crear un verdadero sentimiento de arrepentimiento de corazón y, por lo tanto, los beneficios no son los mismos que cuando los examinamos con tranquilidad por la noche. Además, tampoco es bueno estar todo el día pendiente y dando vueltas a nuestros errores para criticarnos, porque así lo único que hacemos es impedir el normal desarrollo de la vida y de las experiencias, y evitar muchas veces que se cumplan las esperanzas. Por el contrario, el control de los pensamientos, palabras, acciones y sentimientos, sí deben estar presente para dominar la naturaleza inferior.
Así podemos ver como eludimos el purgatorio, producimos crecimiento anímico y nos creamos una nueva forma de pensar y actuar que nos beneficia mucho en nuestra vida cotidiana. También es importante la retrospección porque expulsamos los sucesos y recuerdos desagradables de nuestra memoria subconsciente, y así, al quedar borrados los errores, nuestras auras empiezan a brillar. Me estoy refiriendo más bien al “mal”, puesto que es más importante, pero no hay que olvidar que después del purgatorio vamos al cielo, y por medio de la retrospección también podemos evitar pasar tiempo en esos planos, para pasar cuanto antes a las regiones superiores donde nuestro desarrollo sigue de muy diferente manera. Por lo tanto, es conveniente que veamos y examinemos también todo lo bueno que hemos hecho y nos han hecho, para así sentir la felicidad y la dicha. Hay que evaluar tanto las buenas como las malas acciones para reconocer la intención que había tras de ellas, alavándose una veces y causando remordimiento en otras, debe haber un sentir profundo y una nueva propuesta cada noche para no volver a caer en las mismas cosas.
Naturalmente esto conduce a un gran cambio progresivo de conciencia, así aprendemos a ver y pensar con el corazón y a sentir con la mente, esto es “vivir en el espíritu”, y quien vive en el espíritu trasciende lo material y la carne. El resultado es una transformación, una regeneración de nuestras vidas para así dedicarnos, por norma, a la vida superior y no materialista.
Dice el profeta Isaias. “Laváos, limpiáos, quitad la iniquidad de vuestras obras delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien”. “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán blanqueados; si fueran rojos como el carmesí, se volverán como la blanca lana”.
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Muy bueno todo esto, espero que existan mas blogs como este, o se escriban. Gracias por la enseñanza mis agradecimientos mas profundos.
ResponderEliminarMUY BUENO, ES ALGO QUE TRATO DE PRACTICAR PERO AQUI ESTA MUY BIEN EXPLICADO,ESPERO QUE SE PUBLIQUE MAS SOBRE ÉSTE TEMA FELICITACIONES Y GRACIAS
ResponderEliminarMUY BUENO, ES ALGO QUE TRATO DE PRACTICAR PERO AQUI ESTA MUY BIEN EXPLICADO,ESPERO QUE SE PUBLIQUE MAS SOBRE ÉSTE TEMA FELICITACIONES Y GRACIAS
ResponderEliminarMuy buen artículo, gracias¡
ResponderEliminarHabra que viajar hasta nuestros REGISTROS AKASHICOS para "BORRAR" los "PECADOS" de años atras? O bastaria con hacer VIPASSANA Budista?
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