“La meditación es un proceso ordenado por medio del cual
el hombre se puede unir a Dios”
CAPÍTULO XII
LA MEDITACIÓN
La meditación es un método práctico por medio del cual nos ponemos en contacto con las regiones superiores del Mundo del Pensamiento. Gracias a la meditación, la personalidad se une a su Yo Superior y éste, desde su propio mundo, influye en los vehículos inferiores de diferentes formas. Cuando conseguimos esto, podemos darnos cuenta que nuestra conciencia nos habla de cosas nuevas, y nos manda “imágenes” que reflejan los arquetipos de ese mundo, y del cual no mucha gente tiene contacto consciente.
La meditación eleva al hombre más allá del Mundo del Deseo, si en este mundo practicamos la adoración y la oración por medio de la meditación, nos elevamos a lo abstracto a través del conocimiento y la comprensión. El místico dice que medita en Dios, pero su meditación está centrada en el cuerpo de deseos de donde sale su devoción, fervor y oración, por el contrario, el ocultista no se centra en su cuerpo de deseos ni en su corazón, sino que por el conocimiento y la imaginación medita en las regiones de la mente para superar su naturaleza emocional. El verdadero ocultista tiene que aprender a sentir y meditar de tal manera que esté centrado en el corazón y la mente, o sea, pensar con el corazón y sentir con la mente. Es cierto que se alcanza los mundos espirituales por dos caminos, uno es el camino de la fe -del místico que no necesita ninguna explicación razonada- y otro es el camino del intelecto, por medio del cual buscamos lo Divino y espiritual en todas las cosas de una forma razonada y comprensiva.
Está escrito que “En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”, si nosotros somos parte de Dios y estamos en Él, tiene que haber algún medio para contactar con Él. Uno de ellos es la meditación, porque gracias a ella llegamos a unirnos a nuestra alma individual e inmortal y cuando esto ocurre, comprobamos que ya no existe en nosotros el concepto de un Dios externo. La meditación hace que nuestras creencias sean comprobaciones y que las teorías sean experiencias probadas. Dice Alice Bailey en su magnífica obra “La Luz del Alma”: “Por medio de la meditación, desaparece gradualmente lo que oscurece la Luz y, cuando la conciencia se refleja en la instancia espiritual, entonces se obtiene la percepción del Yo”. Por lo tanto, podemos asegurar que la meditación es un proceso ordenado por medio del cual el hombre se puede unir a Dios, es parte de los métodos naturales que necesita el Ser humano para evolucionar y, a su vez, es el medio de transformación y reorientación de las fuerzas mental, emocional y física para revelar al verdadero Yo.
La meditación hace que obtengamos conocimiento espiritual por medio del conocimiento común y del cuerpo mental, digamos que nuestra mente se expande por medio del conocimiento y la meditación hasta llegar a obtener Sabiduría. Este es el resultado de la relación entre la personalidad y el Alma, el Alma tiene directo control sobre el cerebro físico y así se purifica el cuerpo de deseos y termina por manifestar el amor divino en lo material. De esta manera, dos diferentes vehículos se unifican y forman un sólo cuerpo armónico cuya fuente de energía espiritual es el Yo Superior. Como consecuencia de todo esto, se desarrollan los poderes del Alma de una manera natural, según el dios interno domina y dirige sus vehículos.
Con la concentración enfocamos la conciencia sobre un objeto o tema determinado para aumentar el poder de visualizar correctamente, para practicar la meditación tenemos que tener en cuenta los siguientes elementos principales:
1º. Nosotros como pensadores voluntarios (Yo Superior)
2º. La mente como instrumento que necesitamos utilizar.
3º. Lo que vamos a meditar
4º. El impulso o energía que ponemos y que traerá un efecto.
Lo ideal es llevar una vida equilibrada, moral, emocional y mentalmente, porque en la meditación el instrumento físico que utilizamos es el cerebro, y éste es la avenida del cuerpo de deseos y del mental, por esto debemos observar y transformar los sentidos inferiores para equilibrarlos y ponerlos en sintonía con el Yo Superior. Así el sentimiento personal debe ser desechado para fortalecer y mantener la mente con una firme voluntad en la Luz de la verdad que ya comenzamos a captar.
Para practicar la meditación es necesario tener un gran anhelo de superación espiritual, pero no es necesario pensar que para meditar se necesita algo especial, pues no es así. Todos tenemos muchos conocimientos y experiencias guardadas en el subconsciente y por medio de la meditación nos sorprenderemos por los descubrimientos que se pueden hacer, de las facultades que se pueden desarrollar y de la percepción que podemos adquirir; pero eso sí, debe haber persistencia, sobre todo al principio. A la meditación se la llama “el camino soberano de la unión” o “ciencia de la coordinación”, porque con ella aprendemos a coordinar las diferentes naturalezas hasta llegar a la “unificación” del Yo Superior. Para llegar a esto, hay que tener presente que deberíamos tener una vida consagrada a estos ejercicios, de tal manera que el pensador o Yo Superior, organice su vida desde el punto de vista “práctico” de la concentración y la meditación, y sobre todo, para no permitir a la mente divagar, dejarse llevar por otros pensamientos ajenos, y menos aún por el cuerpo de deseos.
El aspirante debe practicar la concentración y la meditación en todas sus actividades diarias hasta el punto de poder centrar o retirar su mente de forma voluntaria de cualquier objeto que desee. Por medio de la meditación, la mente está controlada por el Yo Superior, no dando opción a que la mente se ponga en contra de nuestra voluntad, se adquiere el poder de pensar más claramente, porque además de grabar las experiencias normales en el cerebro y subconsciente, grabamos lo que recibimos de los mundos elevados y nos hacemos coordinadores. La parte emocional y de deseos del hombre también queda controlada y no entorpece el desarrollo interno, además de adquirir intuición y capacidad para pensar. Cuando aquietamos y controlamos los sentidos también se ponen en actividad los centros de la cabeza -cuerpo pituitario y la glándula pineal- y con el tiempo establecemos un puente magnético que nos puede traer la iluminación. Todo esto es fruto de tener dominada la mente y de una vida disciplinada en los ejercicios de concentración y meditación.
Hay muchas personas que son poco mentales y se cansan rápidamente de hacer estos ejercicios, así no conseguirán nada más que dejarse llevar por la corriente de las circunstancias, sin aprovechar apenas las experiencias. Para meditar a diario hay que fijarse un determinado lugar y horario, para empezar con sólo quince minutos es suficiente ¿Quién no tiene esos pocos minutos libres? Estos ejercicios dan más resultado cuando lo hacemos por la mañana cuando venimos del Mundo del Deseo, porque, no estamos cansados por las actividades del día y la mente es más fácilmente manejable. Si comenzamos el día con un ejercicio espiritual o devocional, tendremos sus buenos efectos durante todo ese día y además estaremos formando un buen hábito.
La imaginación y la visualización tienen un papel importante en la meditación porque son las causas subjetivas de muchos de nuestros efectos objetivos, esta práctica nos lleva a acelerar la manifestación del ideal que queremos formar. Cuando por la meditación visualizamos determinada forma espiritual, atraemos cierta vibración de materia mental que está de acuerdo con el motivo de la visualización, y así le damos vida en nosotros mismos.
Voy a dar a continuación un ejercicio dado por Alice Bailey que creo que es muy interesante y que, como dice ella, ha demostrado su efectividad con muchas personas.
1º. Hay que lograr la mayor comodidad física posible.
2º. Visualizar el triple yo inferior -físico, emocional y mental-
A: En contacto con el Yo Superior
B: Como canal de la energía del Yo Superior que por la mente llega al cerebro para controlar el cuerpo físico.
3º. Hay que concentrarse definida y voluntariamente para mantener la mente fija en ciertas palabras para aclarar su significado en la conciencia.
4º. Pronunciar con la atención enfocada las siguientes palabras: “Más radiante que el Sol, más puro que la nieve, más sutil que el éter, es el Yo, el Espíritu que reside en mí; Yo soy Ese Yo. Ese Yo soy Yo”
5º. Concentrarse sobre las palabras “Dios tú me ves”.( No debe permitirse a la mente vacilar cuando se concentra en la significación)
6º. Se termina diciendo la afirmación final: “Hay una paz que a toda comprensión trasciende; reside en el corazón de quienes viven en lo Eterno. Hay un poder que todas las cosas renueva; es el que vive y se mueve en quienes saben que el Yo es uno.”
Aunque parece ser que es una meditación para principiantes, también es cierto que debe dar unos muy buenos resultados, pero hay que tener en cuenta dos cosas en cualquier la meditación:
1ª. Que este proceso no debe ser un trabajo frío y rutinario
2ª. Que la mente debe estar “activa y ocupada con las ideas” y no en el esfuerzo por estar concentrado.
También hay que tener en cuenta que como la meditación está basada en un objeto o motivo, es conveniente definir alguna línea de actuación, esta puede ser:
1ª. Meditar sobre la naturaleza de la forma.
2º. Sobre la cualidad.
3º. Sobre el propósito
4º. Sobre la vida que anima esa determinada forma.
La meditación es un acto creativo de uno mismo, porque con la ayuda de la concentración hacemos que salga al exterior el Yo Superior, la persona que no tiene concentración ni medita, tiene poco dominio sobre sí mismo, y por lo tanto se deja llevar por las circunstancias de la vida y por su cuerpo de deseos. Quien tiene capacidad de concentración y quien medita, comprende y lleva a la práctica los más elevados conceptos de la vida, porque por medio de meditar sobre ellos alcanza un alto nivel de comprensión. Hay que tener claro que la meditación no es atraer algo a nosotros, sino elevarlo para alcanzar el pensamiento y el sentimiento más claro sobre ese motivo desde el punto de vista espiritual. Es decir, que es más provechosa cuando la hacemos sobre los asuntos de la vida, para así corregir y enriquecernos con el fruto de la misma y añadir nuevas propuestas más elevadas para el futuro.
Meditar es “obstruir las actividades exteriores y mantener el pleno fluir de la energía consciente”. Para conseguir esto debemos dejar de enfocar nuestra atención en el cuerpo físico, y olvidar -durante la meditación- todos los problemas y cosas que nos puedan entorpecer emocionalmente. A la vez, debemos elevar la conciencia hacia lo sutil y abstracto, para que las ideas y sentimientos elevados ocupen nuestra mente siempre que podamos, de esta forma podemos hacer que:
1º. Podamos captar algo elevado de los mundos superiores.
2º. Que nos elevemos en alas de la aspiración, hasta llegar al reino de lo Divino y desarrollar el carácter en sentido positivo, y fijar en él las cualidades o virtudes que deseamos.
Dice E. Wood en uno de sus libros prácticos que “Si una persona no se quiere complicar en la meditación, medite en su ser interior”. Este es un buen principio para llegar a desarrollar esa frase tan conocida en el mundo del ocultismo que dice: “Hombre conócete a ti mismo”. Para conseguirlo, debemos profundizar tanto en ese ser interior, que nos debemos olvidar totalmente de nuestro cuerpo físico y mejorar y transformar la forma de la mente. Primero hay que dar la forma, y después ocuparnos del crecimiento para así tener verdadero poder y libertad para acabar con lo inferior y poder desarrollar el amor. Debemos ser francos con nosotros mismos y definir muy claramente nuestros propósitos, para así poder fijar los medios que necesitamos para alcanzar la meta fijada. Si aún somos muy materialistas e interesados, debemos trabajar sobre esa faceta y reconocer que es así, para ir directamente hacia ella y transmutarla. Recordar que la eficacia de la meditación no se obtiene cuando hay división de opiniones en nosotros mismos, ni conflictos con los deseos, sino cuando alcanzamos la paz interna.
Si queremos conocernos a nosotros mismos por medio de la concentración, deberíamos comenzar por meditar en nuestros propios cuerpos. Por ejemplo, podemos meditar en esta frase: “Yo no soy ello”, o sea, meditar por qué nosotros no somos el cuerpo físico, el emocional y el mental, con esto veremos que no somos nuestras emociones, pensamientos, ni hábitos, sino que son nuestros cuerpos y su manifestación. A continuación deberíamos meditar en la frase: “Yo no soy tu” viendo que la manifestación en sentimientos, deseos, costumbres, etc., forman lo que podría ser una personalidad, y así entender que ese “yo” tampoco somos nosotros mismos, porque nosotros les podemos usar y cambiar como ocurre con los cuerpos. Por último, nosotros como conciencia, nos identificamos con el verdadero Yo, y es entonces cuando decimos: “Yo soy Yo”, porque esa conciencia somos nosotros mismos y no nos podemos cambiar, alterar ni reducir. Para conseguir esto, es imprescindible utilizar la voluntad para discernir y percibir la naturaleza interior de las cosas, esta práctica se debería fomentar a todas nuestras actividades diarias para aumentar el poder de la voluntad, del amor y del pensamiento.
Tanto para la concentración como para la meditación, es imprescindible que tengamos la mente bajo el control de nuestra voluntad, para que no se desboque y ande de un lado para otro, si la dejamos actuar a su antojo, poco provecho conseguiremos de ella. El mundo ha llegado a ser lo que es, gracias al dominio mental que algunas personas hicieron para así conseguir cierto progreso en los muchos aspectos de la vida, por lo tanto, bueno es que empecemos a hacer que la mente se vuelva hacia el interior y que no se pierda por el exterior.
Hay algunas cosas que el aspirante debe tener en cuenta en la meditación. Como ya he dicho, dependiendo de lo que meditemos así estimularemos el cuerpo de deseos, por lo tanto hay que tener mucho cuidado con lo que elegimos para meditar. No es conveniente elegir cosas que nos exciten, de alegría, llanto, tristeza, etc., la meditación debe ser serena y relajada, y para ello hay que saber con qué tipo de energía estamos trabajando. Otra cosa sería estar atento a lo que meditamos, imaginamos o visualizamos para no dejarnos llevar por esas imágenes y para grabar correctamente en el cerebro el resultado de la misma. Mas adelante estudiaremos un ejercicio en el cual juega un papel muy importante la visualización, como ejemplo pondremos a Cristo, pero ahora veremos algo al respecto. Cuando una persona se pone a meditar sobre un personaje elevado, místico o cualquier otro similar, debe tener cuidado con lo que visualiza para no dejarse llevar por el personaje mismo como si verdaderamente le hablara o le dijera que haga tal o cual cosa. Hay que tener en cuenta que estamos trabajando en la región etérica del mundo físico y no en la región de los arquetipos del mundo mental, que es donde verdaderamente están estos seres espirituales, por lo tanto esas imágenes son creaciones nuestras. Sin embargo, es cierto que se nos puede presentar alguna imagen de ese mismo ser, creadas y mantenidas vivas por las mentes de otras muchas personas; en este caso, vendrían gracias al principio de polaridad.
Algunas personas escriben sobre hechos que en estos ejercicios les ocurren o ven, para contarlas como algo muy especial, y otros van más allá y escriben libros y dan conferencias, diciendo los maravillosos contactos que tienen con maestros, y llegan incluso a mostrar cierto orgullo y complejo de superioridad. Esto no puede ser cierto, cuando un Maestro enseña a un elegido es porque está preparado, y no cabe en él el más mínimo orgullo ni nada parecido, pero además, está lo suficientemente preparado como para no contar nada, ya que es uno de sus deberes como discípulo. Otros casos en los que no hay que fiarse ni tomárselos muy en serio, es cuando una persona recibe un mensaje en la meditación a modo de inspiración o por cualquier otro medio. Hay que meditar mucho sobre lo que significa ese mensaje y para qué sirve -si es que sirve para algo útil -, estos suelen ser catastrofistas, para decir algo sobre alguien, o para crear orgullo o engañar a la persona que lo recibe. Es muy conveniente meditar sobre estos resultados, los Maestros tienen un trabajo relacionado con toda la humanidad en común, y no pierden el tiempo en hacer algo en sentido personal, luego entonces, no pueden ser ellos, pero además, un Maestro no diría las cosas que normalmente cuentan estos supuestos contactados.
Sobre los Ángeles casi no merece la pena decir nada, quien sepa verdaderamente quiénes son los Ángeles, comprenderá que un Ángel no puede tener un contacto con un cuerpo físico, ni mucho menos coger a un Ser humano como instrumento para enseñarle o inducirle para que haga determinadas cosas. Los Ángeles están por encima de la humanidad, y su labor con nosotros no es esa, porque para eso están los Hermanos Mayores y Maestros de diferentes grados de iniciación. Algunas personas llegan a contactar con el Mundo del Deseo o con el mental, pero al fin y al cabo, es lo mismo para lo que se refiere a los contactos o aún peor, porque pueden contactar con arquetipos o imágenes creados por otros y que se han hecho muy fuertes y poderosas a través de los años y siglos. Estos arquetipos o imágenes les pueden dar mensajes bonitos, pero si se meditan y se tiene un conocimiento serio sobre todas estas materias, se puede comprobar que tienen muy poca credibilidad. Otros sacan de sus subconscientes, toda una serie de grabaciones que ellos mismos hicieron hace años, y de esta forma también puede sentirse engañados. Resumiendo, muchas personas se pueden engañar a sí mismos por medio de la meditación visualizada y concentrada, pero además, y esto es lo peor de todo, es que luego engañan a otros -ignorantemente- por medio de sus escritos, conferencias, etc. Esos, al fin y al cabo, tienen disculpa, pero cuando quienes escriben saben -que los ha habido, hay y habrá- que no existe ningún contacto sino que todo es fruto de su imaginación creativa, esos quizás no sepan el mal que están haciendo y el karma que se están creando.
Naturalmente que, como todos estamos evolucionando por muy diferentes caminos, necesitamos de todos los medios a nuestro alcance, por lo tanto, habrá personas que les sea útil todos estos mensajes, y por medio de ellos cambien su carácter y se hagan mejores personas pero, ¿Qué necesidad hay de dejarnos llevar por fantasías o cosas poco serias de unos supuestos contactados, clarividentes y personas similares? Estas cosas tienen su utilidad si solamente cogemos -por medio de la meditación y un razonamiento lógico- la parte útil que nos puede ayudar en nuestro desarrollo interno, de lo demás debemos pasar totalmente ¿Por qué creernos que una determinada persona ha contactado con un extraterrestre, Ángel o Maestro que le dicta todas esas cosas -a veces absurdas- para formar una agrupación de elegidos o para fomentar una supuesta misión en la tierra? ¿No tienen otros medios? Ya son muchos los casos (y abusos) que ha habido, donde las personas han puesto sus ilusiones y dinero para que, al cabo de pocos años, esa agrupación de elegidos y contactados desaparezca.
Tengo que decir que estos ejercicios mentales pueden hacer que un día cualquiera, determinada persona pueda recibir una enseñanza o profecía totalmente seria y verdadera, pero eso no ocurre tanto como dicen muchas personas que les pasa a ellas, además, suelen diferenciarse bastante de todo lo mencionado anteriormente. Según Alice Bailey, hay otros peligros que pueden surgir por medio de la meditación, aconseja que si surgen problemas de insomnio, nervios, dolor en la cabeza, sensación de plenitud o vibraciones que molestan en la cabeza etc., debería abandonarse temporalmente la meditación para luego comenzar por practicarla no más de quince minutos diarios. Otras personas - ocurre más en las mujeres- sienten ansiedad, irritabilidad o ganas de llorar, esto es por su naturaleza emocional; hay otros casos que pueden traer más problemas, pero he de dejar bien claro que nunca se debe meditar sobre temas relacionados con el sexo, ni nada que nos pueda llevar a actuar de una manera inmoral o en contra de las leyes sociales. Por último, aconsejo no meditar en la parte inferior del cuerpo, plexo solar y órganos sexuales, estos centros son más peligrosos de lo que muchos piensan. Es preferible meditar sobre cosas abstractas para elevarnos a la cabeza, o sobre cosas relacionadas con el Amor místico, el altruismo, la sabiduría, el servicio o, una simple oración; aunque parezca que no, el trabajo interno siempre será más provechoso. Hablando de oraciones, voy a recomendar una oración para que meditéis sobre ella - además de repetirla a menudo- intentad meditar sobre el significado de cada una de sus frases, y preguntaros: ¿Lo llevo a la práctica? ¿Cuántas veces? ¿Cómo y con qué sentimiento lo hago? ¿Lo puedo practicar constantemente? ¿Qué beneficio puedo hacer con ello a otros? etc. Esta es una oración muy bonita en su verdadero significado y nos puede ser muy útil para nuestro desarrollo espiritual.
¡ Dios mío!
“Ayúdame a servir a los demás,
y a ver el bien en todo mal;
para hacer todo con Amor,
y ser tu instrumento de Paz”
¡A Tus pies me arrodillo para que sea Tu voluntad!.
MEDITACIÓN
“Explicaré un ejercicio de meditación algo abstracto para que tengáis tiempo suficiente como para olvidaros totalmente del mundo externo. Comenzad por meditad sobre la materia de la que está echo vuestro cuerpo físico, esta materia es una de las muchas modalidades o estados en que se manifiesta la materia etérica o primordial. Imaginad como esta materia se descompone hasta llegar a sus elementos originales, hasta llegar a ser un tipo de energía de una determinada vibración -de acuerdo a vuestra evolución-, esto lo debéis hacer intentando tener vuestra conciencia fuera del cuerpo físico, en la cabeza. Observad cómo las células son el resultado de otras combinaciones hasta llegar a los electrones que giran alrededor de un núcleo central a modo de sistema solar. Una vez aquí, podéis ver y comprender que en realidad todo es energía, lo visible y lo invisible proceden de un mismo “Todo” o Principio, y se manifiesta en diferentes estados de conciencia, vida y materia.
Si todo procede de ese Todo manifestado, y en ese Todo visible e invisible se muestra inteligencia y vida, -el sistema solar, el cuerpo físico, etc.- significa que vuestro cuerpo físico es parte de la materia de ese Todo manifestado, así como vuestra vida debe ser vida de esa Vida manifestada que hace que todo en el Universo se mueva. Si todo se mueve como dirigido y controlado por una inteligencia, significa que esa inteligencia es Todo y, si vosotros sois inteligentes, significa que habéis adquirido el conocimiento de esa Inteligencia, pero además, si hacéis esto, es porque tenéis voluntad de aprender y experimentar. Esto significa que tiene que haber una Voluntad Universal que ha creado todo lo que vemos y que no vemos, y si hay una Voluntad, tiene que haber Algo que no sabemos Quién o Qué es, pero que “Es”. Por lo tanto, eso es la fuente de donde nace la manifestación para que haya actividad, así es que, vosotros tenéis que ser parte de Él o Ello, porque tenéis en vosotros mismos todo lo que Él tiene o manifiesta.
Esto es sólo una pequeña base para que empecéis a meditar, con la práctica, podréis estar hasta varias horas, porque este tema es inmenso y abstracto y por su medio podéis elevar la conciencia, quien le guste podrá disfrutar con él y además profundizar mucho más en todo lo mencionado. Espero que así sea.
* * *
del libro "Métodos esotérico-prácticos para el desarrollo interno" de Francisco Nieto Vidal
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