MI HOMENAJE A LA FRATERNIDAD ROSACRUZ Y A MAX HEINDEL

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA MENTE


“Como el hombre piense en su corazón,

así es él”

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CAPITULO III

LA MENTE

La mente es el primer vehículo que tiene el Ego para manifestarse desde su propio plano, está compuesta de materia del Mundo del Pensamiento y es con esta materia con la que envuelve sus ideas para crear sus “formas de pensamiento,” que dan origen a lo que quiere manifestar en el mundo físico. La mente es el instrumento que utiliza el Ego para crear por medio del pensamiento estando en estado de vigilia y de una manera consciente o inconsciente. Cuanto menos desarrollo humano tiene una persona, menos poder tiene sobre su mente y más se guía por su instinto y sus deseos; según evoluciona el hombre hacia lo humano, moral y espiritual, más dominio tiene sobre ella para obligarla a actuar en la línea que el Ego quiere. La mente recibe las impresiones del exterior por medio del cuerpo de deseos y en forma de vibraciones o “sonidos”, según el control del hombre sobre su mente, así responderá en bien o en mal hacia la persona o cosa que percibe. De ahí la importancia de que el hombre gobierne su mente.

Cuando una persona habla durante un tiempo con otra que no conoce, saca un concepto sobre ella, este concepto se habrá formado por las vibraciones que ha captado el Ego a través de la mente, y según hayan sido esas vibraciones - o mejor dicho, según se haya comportado en bien o en mal la otra persona - así será el concepto. Si las vibraciones no están en armonía con las nuestras, o lo que es lo mismo, si no piensa de una manera similar a la nuestra, es fácil que nuestro concepto sobre ella sea negativo y, por lo tanto, no estaremos de acuerdo con él en muchas cosas. Esa es la manera de actuar de la mente, nos sirve de foco y es intermediaria entre el mundo físico o las personas, y nosotros mismos como Egos. Sin embargo, nosotros somos libres, y con nuestro libre albedrío podemos actuar con los demás de una manera positiva y armónica, creando pensamientos de afecto o, al menos, evitando que nuestra mente forme conceptos y pensamientos que al llegar al cuerpo mental de la otra persona, le perjudicarían. Lo mismo que nosotros captamos las vibraciones y pensamientos de los demás, así captan ellos los nuestros. Los pensamientos de naturaleza maligna se apegan a las personas que tienen esa misma vibración, y eso mismo ocurre con los de naturaleza benigna, por lo tanto, y sabiendo que existe la Ley de Consecuencia que nos trae a cada uno lo que sembramos, es un deber de la persona que busca su desarrollo interno, procurar pensar siempre cosas que beneficien a los demás.

La mente se desarrolla a través de las experiencias de la vida, cuanto más provecho sacamos de ella mejor cuerpo mental tendremos en la próxima vida. Cuanto mayor sea nuestro dominio sobre ella por medio de la concentración, meditación, observación y discernimiento, más evolucionaremos y la desarrollaremos; cuanto más positivamente pensemos, mas materia espiritual atraeremos para formar nuestros pensamientos y desarrollar nuestra mente de una forma más pura y elevada. Si el hombre se deja llevar por los deseos, pasiones, odios y rencores, está dejando su mente a disposición del cuerpo de deseos, (el gran tentador), el cual nos pervierte y nos lleva a la oscuridad. Entonces es cuando los deseos animales nos dominan y hacen que hagamos cosas que, después de haberlas hecho, nos arrepentimos.

Cuando el ser humano lleva una vida llena de devoción a elevados ideales, de inspiración y llena de buena voluntad hacia el prójimo, no sólo crea y se rodea de materia mental elevada y espiritual, sino que a la vez, también atrae materia que está en el mismo grado de vibración que la suya y aumenta su desarrollo espiritual. De esta manera también estamos uniendo o identificando la mente con el Ego para que, cuanto antes, llegue el día en que sean un sólo cuerpo para su propio desarrollo y evolución.

El Ego debe llegar, a través de la mente, a distinguir la personalidad de la individualidad, sobre todo por medio del discernimiento entre lo correcto y positivo, y lo incorrecto y negativo. Se debe dar cuenta de que él no es la personalidad que desea cosas materiales, sino que es el Ego que a través de la mente “conoce” y aprende de la experiencia sobre lo material y humano. Si el Ser humano fuera capaz de aislar y cortar la conexión del Yo Superior con la mente, ésta no podría pensar porque le faltaría la “voluntad” para hacerlo. Con esto quiero decir que el hombre tiene pleno poder sobre su mente y no tiene que hacer nada más que aprender a dirigirla y controlarla, porque el Ego, que al fin y al cabo somos nosotros mismos, tiene dominio sobre la mente por medio de la voluntad.

Sabiendo esto, debemos tener claro que el origen del pensamiento está en nosotros mismos, que si no queremos pensar no lo hacemos, y que si queremos pensar bien, también está en nosotros. El hombre es el dueño de la mente y no su esclavo, por eso no se debe dejar llevar por cualquier pensamiento que penetre en su mente. Dicen que “como un hombre piensa en su corazón, así es él”, esto es cierto porque el origen de la acción y de la palabra está en el pensamiento, y si el pensamiento es positivo, atraerá sentimientos espirituales que se manifestaran en el cuerpo físico con un aspecto de paz y de tranquilidad. La persona que en su pensamiento es feliz, bondadosa, altruista y generosa, tendrá un semblante de felicidad y atraerá a las personas sin saber por qué, pero la que piensa en cosas negativas, de tristeza, preocupaciones y odios, se manifestará en su cara con un efecto de amargura ante todas las cosas de la vida, y no permitirá ni siquiera que nadie la ayude.

Cuando una persona crea un pensamiento, afecta a otros en bien o en mal según sea el mismo y según estén las personas en la misma sintonía de vibración o no. Cuando una persona manda un pensamiento a otra, ese pensamiento llega y penetra en el cuerpo mental de la otra, y la estimula hacia una determinada línea de conducta, pero lo mismo que nosotros volveremos al Ser que nos creó, así nuestros pensamientos vuelven a nosotros y nos traen el mensaje de la vida y experiencias que hayan tenido. Traerán grabados el bien o el mal que hayan captado de esa persona o de otras con las cuales se haya puesto en contacto por medio de sus mentes y, por lo tanto, repercutirán en nosotros también, para bien o para mal, así que ¿No deberíamos tener más cuidado con lo que pensamos?

Si nos acostumbramos a pensar lo que queremos, cuando queremos y como queremos, seremos dueños de nuestro propio destino, porque gobernando el pensamiento cambiamos nuestro carácter y temperamento; si cambiamos nuestro carácter, cambiaremos nuestros hábitos, y si cambiamos nuestros hábitos, estamos creando un nuevo y mejor destino para la vida futura. Esto en el lenguaje astrológico, sería como decir que estamos creando la próxima carta astral de nuestra vida futura, pero esta carta estaría llena de posibilidades de desarrollo espiritual en todos los sentidos. Debemos ser dueños de la mente como cuando conducimos un coche porque, tanto para pensar voluntariamente, como para estar en guardia ante los pensamientos intrusos, siempre tenemos que ser dueños de nuestra mente. Cuando queremos mandar pensamientos de ayuda, cariño, comprensión, etc., a otra persona y lo hacemos con voluntad y concentración podemos tener la seguridad de que le llegarán, sin embargo, también debemos ser conscientes de que los pensamientos negativos de odio, rencor, y otros similares, también les llegan y afectan para mal. En tal caso, la ley de Consecuencia nos traerá a cada uno el efecto del pensamiento que hayamos creado.

Debemos saber que la mente es poderosa, cuando la utilizamos de una manera concentrada para estudiar o resolver cualquier cosa es una muestra de ello, la concentración es una de las cosas que debemos practicar porque, gracias a ella, ampliamos la conciencia y nos elevamos en el plano mental. En nuestra aura llevamos la materia de los pensamientos que solemos crear, si nuestros pensamientos suelen ser elevados, atraeremos pensamientos elevados hacia nosotros y aumentaremos nuestro bien. Si no tenemos concentración o dominio, y nuestra mente se une a los deseos, iremos sembrando pensamientos dañinos allá donde nos encontremos, por lo tanto, es conveniente utilizar la concentración para pensar positivamente con nuestra mente.

También es importante saber que hay una atmósfera mental en todas partes, eso significa que según sea la vibración de nuestros pensamientos, así nos sentiremos bien o mal en el lugar que nos encontremos, y así será la material mental que atraigamos y que, por tanto, nos puede perjudicar o beneficiar. Se dice que una persona de pensamientos elevados no aguantaría mucho tiempo en un lugar o ambiente de bajos deseos y pasiones sin caer en la tentación. También dicen los verdaderos clarividentes, que si el Ser humano viera lo que hay en los sitios de alterne y vicio, no entraría en ellos porque tendría pánico y repugnancia hacia todas las clases de espíritus y elementales que se concentran allí; estos se dedican a “pinchar” y estimular a las personas para que sigan consumiendo y practicando toda clase de vicios que a ellos les gusta.

Las personas deben llevar siempre consigo su “Templo Mental” formado por pensamientos de altruismo, amor, etc., deben ser fuertes ante las tentaciones y resistir con la reserva que lleven en su aura. Además, todo aquél que pueda hará muy bien en construir un templo en cualquier rincón de la casa, este templo hecho con sus mejores pensamientos y sentimientos, será su refugio etérico-espiritual donde confortará su alma. Este templo creado por medio de la oración, la devoción, la meditación y otras técnicas elevadas, puede llegar a ser tal, que cuando entremos en él, notemos nuestra propia vibración espiritual que elevará nuestros mejores sentimientos; este será el refugio del Alma para sus momentos de decaimiento. Debemos acordarnos siempre que nuestro verdadero Ser tiene su morada en un plano bastante más elevado y espiritual que donde trabaja normalmente, por lo tanto, nosotros tenemos pleno dominio sobre ella. Como somos libres, cada uno puede utilizarla en colaboración con su Ego o con su cuerpo de deseos, uno se elevará hacia lo espiritual y el otro hará que descendamos a lo animal.

Sabiendo que la mente es un Poder Creador que tenemos a nuestro alcance, nos deberíamos preguntar ¿Para qué debo usarla como tal? ¿Puedo cambiar mi vida por medio de su buen uso? La respuesta sería: ¡Naturalmente que sí!. Cuando nuestros pensamientos son elevados y espirituales, ya lo estamos haciendo porque lo estamos grabando en el subconsciente, y eso es como una orden para que en un futuro pueda manifestarse físicamente. Los pensamientos de optimismo, cariño y similares son como un banco donde estamos ahorrando, porque tarde o temprano recibiremos parte de esos ahorros como beneficios propios, (Lo que sembréis cosechareis) pero en los casos de amor, lo recibiremos con creces. Naturalmente que también debemos deshacernos de los malos pensamientos, y eso no es fácil, pero existe un buen método, éste es el siguiente: “Cuando te venga un pensamiento que no deseas, debes sustituirlo por otro de naturaleza espiritual, devocional o simplemente concentrarte fuertemente en crear o inventar algo original y nuevo. (Una oración, un poema, concentrarse en algún tema abstracto como por ejemplo la Cábala, Cosmogénesis, la Astrología, o los símbolos ocultos que hay en el Tarot). Debes hacerlo de una manera concentrada y con gran esfuerzo de voluntad”. El hecho es que, la mente no puede pensar en varias cosas a la vez (lo mismo que dos objetos no pueden ocupar el mismo espacio a la vez), por tanto, haciendo esto de una manera voluntaria y consciente tendremos dominio sobre ese pensamiento. Cuando por medio de la repetición de este método lo tengamos casi dominado, podremos ver que ya no lo practicamos, y así se atrofiará mientras fortalecemos otros pensamientos más elevados.

Debemos tener claro que según adquirimos dominio de nuestros cuerpos, también adquirimos Poder Interno, o lo que es lo mismo, nos unimos más a nuestro propio Espíritu que es Omnipotente como Dios Mismo, puesto que es parte suya. Cuanto más nos elevamos por estos medios, más influencia recibimos de los planos espirituales en forma de intuición e inspiración, que a veces nosotros mismos nos preguntamos de dónde vienen. Así podemos ver claramente que por nuestra forma de pensar podemos cambiar toda nuestra vida, carácter e incluso aspecto físico; los fracasos se convierten en éxito y las tristezas en alegrías; sólo debemos hacer dos cosas:

1ª. Dirigir la actividad mental hacia donde queramos.

2ª. Tener tranquilidad mental para que podamos escuchar lo que nos viene de arriba en forma de Guía Espiritual.

Debemos meditar en la paz de nuestra alma y escuchar la Voz de nuestra Conciencia, la fe en todo esto hace milagros y que desaparezcan las depresiones y cosas similares para que nos inclinemos a trabajar más pensando en los demás. La oración también es muy importante y ayuda a purificar el aura, siempre que se haga con devoción e intencionadamente y no como rutina.

La felicidad o tristeza del hombre tienen su origen en la mente, si pensamos en felicidad, atraeremos materia astral y mental que nos causará felicidad, y con la repetición de estos sentimientos, haremos una coraza en nuestra aura que no podrá traspasar ningún otro pensamiento negativo. Si pensamos en cosas elevadas, nos acercamos cada vez más a la Conciencia Crística y comenzaremos a hacer que nazca el Niño Cristo en nosotros, así transformamos la personalidad en un instrumento útil para el servicio desinteresado a los demás.

Todas las expresiones bajas proceden de la personalidad, estas no deberían estar en nosotros porque no son de nuestra naturaleza, pero si nos esforzamos y buscamos el Sendero en nuestro interior, hallaremos los tesoros que tenemos almacenados de otras vidas. Pero ¡Cuidado! no dejéis de mirar al exterior donde tenéis una gran labor que hacer para vuestro desarrollo individual y para el de los demás, porque el Ser humano evoluciona gracias a su actitud y a sus pensamientos ante los demás. El mayor error de la humanidad es identificarse con la naturaleza inferior - cuerpo de deseos - y permitir que le lleve a un mundo irreal. Si el Ser humano dirige sus cuerpos, les dirigirá por medio de la mente y del discernimiento. La mente gobernada supone un progreso rápido, y cuanto más control mayor rendimiento. No es lo mismo estar haciendo algo y pensando en cualquier cosa, que estar haciendo algo y pensar en eso mismo para “observar y meditar” de qué manera lo podemos hacer mejor. No es lo mismo hacer una oración de una manera rutinaria y monótona sin pensar conscientemente lo que decimos, que decir la oración con el sentimiento adecuado a la frase que estamos diciendo voluntariamente. Cuando lo hacemos así, tenemos más poder y obtenemos mejores resultados.

A veces queremos pero no podemos, ayudar a una persona que se ha encerrado en un mundo de tristeza y depresión, por medio de sus pensamientos negativos, porque eso mismo hace que rechace la ayuda, así mismo, nosotros debemos tener cuidado de no construir una coraza que no permita el contacto con lo superior ni la ayuda de otras personas de buena voluntad. Los pensamientos son casi tangibles y tienen un efecto muy real sobre nosotros, por lo tanto: “No os encerréis en pensar algo malo, si algo os ocurre o tenéis algún problema serio, pensad en Dios y veréis como se despeja todo ese ambiente que os perjudica”

No debemos utilizar el pensamiento para criticar, censurar, ni tampoco para separarnos de los demás por cosas absurdas y poco razonadas. Es conveniente siempre tener en cuenta que ellos son hermanos en Espíritu; que esos errores los hemos podido cometer nosotros antes, o los podemos cometer aún; que lo que ellos son lo hemos podido ser en otra vida; y que, mientras queden hermanos por debajo de nosotros nuestro deber es ayudarles. Es muy aconsejable utilizar la mente para mandar pensamientos de amor y comprensión si no nos admiten cuando vamos con la mejor intención para a solucionar un problema, en ese caso, debemos buscar cualquier otro medio para hacer la paz, pero nunca se debe utilizar el pensamiento contra otros; si lo hacemos engrandeceremos su mal y el nuestro. Hay que recordar que nuestra mente es parte de la Mente Universal, y como tal se debe utilizar para algo constructivo y benévolo, su camino de perfección es su uso para sacar provecho de la experiencia y para elevarse al propio mundo mental de Dios, de donde en realidad procede.

Al leer deberíamos utilizar la mente y los ojos del Alma, el anhelo del desarrollo espiritual tiene que abrir los “ojos del Espíritu” y para ello debemos meditar y concentrarnos en lo que leemos. Dicen que hay que leer cinco minutos y meditar dos horas, si queremos ser capaces de sacar provecho de las lecturas, debemos estabilizar y equilibrar las emociones, los sentimientos y la mente, así encontremos la luz en los libros como este. “Medita y descubre el poder de la mente”.

Antes de hablar deberíamos pensar más lo que vamos a decir, la relajación física y mental armoniza los cuerpos y facilita la expresión del Yo Superior. ¿Cuántas veces ofendemos al día por no pensar antes lo que vamos a decir? Si nos pusiéramos en el puesto de los demás no hablaríamos igual. Si llevamos esto a la práctica veremos que en poco tiempo habremos avanzado bastante y sentiremos cierto regocijo interior por saber que ya no perjudicamos tanto a los demás.

Se dice en ocultismo que debemos buscar el bien en todas las cosas, y más aún si son negativas, si meditamos esa frase podemos llegar a las siguientes conclusiones:

1ª. Practicándolo persistentemente, llegaremos a conseguir no fijarnos en lo malo que veamos o que oigamos a nuestro alrededor, esto a su vez implica no criticar y no crear pensamientos negativos que perjudiquen al resto de las personas.

2ª. Así aumentamos la atmósfera mental positiva de nuestra aura y del lugar donde nos encontremos, a la vez, beneficiamos a la humanidad por nuestra acción directa e indirecta.

3ª. También colaboramos con las Leyes Divinas y las Jerarquías que las administran.

4ª. Creamos causas nuevas que en algún momento vendrán a nosotros como efectos beneficiosos y posibilidades de desarrollo.

5ª. Transmutamos el mal y así aumentamos el bien en los mundos espirituales, y colaboramos para la eliminación de la maldad en los mismos.

6ª. Colaboramos con el mantenimiento de la salud del cuerpo físico.

7ª. Somos un ejemplo a seguir y despertamos cualidades similares en los demás.

8ª. Podemos hacer que nuestros posibles enemigos se vuelvan amigos.

9ª. Aplicándolo a nosotros mismos conseguiremos:

A. Elevar las virtudes y cualidades

B. Atrofiar todo lo que tenemos de negativo y perjudicial por medio de “no practicarlo ni pensar en ello”.

10ª. Que practicando todo esto, no nos faltará el Aliento del Espíritu que nos ayudará a crear un santuario en nosotros mismos, donde nos reconfortaremos en momentos de debilidad.

Si nos fijamos en lo malo solamente, casi seguro que nos haga criticar, y eso hace que esta fuerza mental y oral arrase con todo lo que se ponga delante de ella. Estas críticas no llegan a ninguna parte ni benefician a nadie, sino que aumentan el mal en los mundos inferiores. La crítica es una úlcera en el carácter y ésta debe ser eliminada cuanto antes porque, si hemos de criticar, ha de ser en sentido de poner los medios necesarios para remediar una situación negativa y ayudar a las personas en su progreso. Si sugerimos o indicamos las faltas de los demás debe ser de manera que nuestra sugestión sea la mejor o la más positiva solución para remediar ese problema, pero además, debe ser hecha de manera que no se ponga ningún sentimiento personal en contra. Hay un medio para acostumbrarse a no criticar o no ver lo malo en los demás, este es: “Estar siempre pendientes de ver el bien en todas las cosas, personas y situaciones que nos rodean a pesar de lo adverso que pueda parecer”. Esto construye una forma mental que con el tiempo se convertirá en una bendición para nosotros en todos los sentidos, materiales y espirituales. “Elogiad todo lo bueno que veáis en los demás, sea de importancia o no, sed comprensivos y tolerantes y por último, perdonad todo, porque de esta manera os mantendréis perdonados”.

Debemos ser precavidos con el uso de la mente respecto a las creencias, estudios, imaginación y cosas similares donde no estemos seguros de que son buenas, porque si no lo hacemos, formamos una especie de nube obscura o coraza, que no permite que el Yo Superior nos aconseje y guíe. Un ejemplo de esto son las personas que se encierran en pensar en las tristezas y el pesimismo, ellos no admiten consejos de nadie, ni reciben la influencia clara de su Yo Superior que les quiere guiar. También hay actualmente muchas personas que se encierran en un mundo de total fantasía, sólo porque se dejan llevar por su imaginación y por los libros y enseñanzas que cada día proliferan más. Cierta persona puede traer la tendencia a interesarse por las enseñanzas ocultas y los misterios, y quizás empiece por leer libros sobre el tema ovni o por interesarse por los poderes del espíritus con intenciones personales y egoístas. Si esta persona se deja llevar por su imaginación y por otras personas que ya están metidas en ese mundo; que afirman que curan con gemas, colores, sonidos, arquetipos, chacras y un sin fin de cosas más; o le cuentan que hacen el viaje astral y son videntes; esta persona puede torcer su posible destino e interés por la verdad. Esta persona comienza a rodearse de pensamientos que tienen que ver poco con la realidad material y espiritual, y esto hace que acudan elementales de ese tipo de vibración. A continuación, empezará a trabajar para que esa clase de imaginación aumente, y si está metida en algún grupo o centro donde se sumerja más en ese mundo, donde “todo es por algo y por que tiene que ser así”, o la hacen pensar que ella puede conseguir todo lo que quiera por el simple hecho de desearlo y sin explicarla cómo trabajan las Leyes Divinas, puede caer más aún en ese mundo irreal.

Lo positivo de todo esto es la experiencia, gracias a ella se dará cuenta que tiene que aprender a discernir entre lo real y lo irreal, entre lo que es verdaderamente útil y lo que no, lo que lleva al desarrollo espiritual o al contrario. Se dará cuenta de que no tiene tan fácilmente al alcance de su mano todos esos poderes que dicen, que no es tan fácil conseguir tantas cosas sobrenaturales, muchas veces se reirán de ella cuando diga muchas de las cosas que le cuentan o que ha leído en los libros que ofrecen todo esto y más, con tal de vender o ganar dinero. ¿Sería el mundo como es si las personas que dicen que curan por tantos y tantos métodos, se dedicaran a curar a todos sus familiares, amigos y otros muchos, como acto de solidaridad o fraternidad o, es que deben de hacerlo a cambio de dinero? ¿Estaría el mundo como está, si fuera cierto que hay tanto vidente, contactados con seres espirituales, y adivinadores del futuro por medio bolas de cristal y otras muchas cosas más, o es que hay decirles de qué manera pueden ayudar a la humanidad para evitar la delincuencia, droga, asesinatos, violencia, etc.? ¿No será que el egoísmo está por encima de lo humanitario y fraternal, y se meten en ése mundo irreal y fantasioso para engañar y sacar dinero por medio de decir que pueden desarrollar no sé cuántos poderes, a todas las personas que pueden?

Lo mismo que la mente nos traiciona dejándose llevar por el deseo del alcohol o de cualquier cosa que nos guste, también disfruta -si se la deja- en ese mundo de poderes, viajes astrales y clarividencias, pero ¡Cuidado! muchas personas han terminado muy mal de salud física y mental por ignorar dónde se meten. El discernimiento y la meditación son muy importantes en el camino del esoterismo y el ocultismo, y lo que hoy llaman magia blanca es más negra que blanca. Es bueno tener presente lo que sigue: Magia negra es todo lo que pueda perjudicar a alguien, que se haga en contra de su voluntad, y con intención de dominarle o inducirle a hacer algo que él no desee (amarres, hechizos, mandar pensamientos para hipnotizar a alguien o para inducirle en una determinada dirección, etc.) Magia blanca es todo lo que hagamos por ayudar a la humanidad. Es el acto de transformar el mal en bien, es actuar siempre con la sana intención de ser un instrumento para la realización de la fraternidad en la Tierra, es Orar por los demás, mandar pensamientos y sentimientos de amor y de salud, es intentar ver siempre la parte buena de las cosas que otros muchos ven mal. “Dirigir vuestra mente siempre de una manera voluntaria y consciente hacia el bien de la humanidad y estaréis haciendo magia blanca, y estaréis colaborando en la transformación del mal en bien junto con las Jerarquías y Seres que están por encima del hombre común”

Cuando creamos formas de pensamiento destructivas que nos limitan, o si nos dejamos influenciar y dominar por el mal o ideas falsas y fantasiosas, estamos encarcelando al Yo Superior y le estamos impidiendo que nos hable, entonces nos limitamos a nosotros mismos y decimos que la vida es triste y no merece ser vivida. Para luchar contra esto debemos crear formas de pensamientos de optimismo, alegría, felicidad y otros similares, con el convencimiento de que se manifestarán; estas formas mentales se unirán, por ser de la misma vibración, y crearán un gran poder interno de tal fortaleza que acabará con esas rejas que no nos permiten vivir la verdadera vida. Sólo los pensamientos erróneos bloquean el poder del Yo Superior, si los cambiamos veremos la vida desde otro punto de vista más elevado. La felicidad sólo reside en la mente y, por el control y substitución de los pensamientos es como obtenemos la clave de la felicidad y el éxito en la vida.

Con respecto a este tema hay que mencionar dos principios metafísicos:

1º. Mantened la mente siempre positiva y alerta respecto a qué pensamientos tenéis, no la tengáis inmóvil e inerte, el pensamiento positivo corta la influencia de los pensamientos ajenos que os puedan penetrar; además, así mejorareis las condiciones mentales para la materialización de las cosas.

2º. Cuando estéis en apuros o tengáis problemas, no continuéis creando formas de pensamiento negativas sobre el problema, porque eso sólo os traerá depresión y tristeza, cambiad los pensamientos a positivos y pensad en Dios, así construiréis una fortaleza para la bondad y el éxito.

La fuerza del pensamiento es el medio más poderoso para obtener conocimiento del mundo que nos rodea, por medio de la concentración, el hombre se puede abrir paso a través de cualquier obstáculo o llegar a descubrir lo más profundo de las cosas. El hombre inclinado a despreciar su fuerza mental no sabe lo que hace y por lo tanto, le será de muy poca ayuda y utilidad. Con la mente construimos todo lo que verdaderamente somos, tanto visible como invisible, según sea el desarrollo de nuestra conciencia, así seremos capaces de preparar el destino de nuestra futura vida. Según pensamos así construimos los cuerpos o aura, y de acuerdo a como sean, así atraeremos lo bueno o lo malo. Una mente franca, serena y servicial, dará lo mejor de sí misma para ayudar a los demás, será como un Ángel Guardián de sus hermanos que cuida de no hacerles daño y de ayudar siempre que pueda, será como un diapasón que por simpatía estimula a otro que está a su lado. Nuestros pensamientos unidos a nuestros sentimientos, son semillas que vamos sembrando para que puedan fructificar en otras mentes, si amamos lo puro y buscamos lo bueno, conservaremos y alimentaremos todo lo bueno que hay en el Universo, para que otros puedan alimentarse de ello por medio de su cuerpo mental.

Algunas personas tienen vislumbres de lo que ocurre en el Mundo del Pensamiento, incluso antes de contactar con el Maestro, nosotros también podemos comenzar a desarrollar esto por diferentes medios. Lo primero que debemos saber es que cada vez que meditamos y razonamos de una manera abstracta, nos situamos en las regiones superiores de este mundo, si utilizamos la mente en estudios sobre Cosmogénesis, Cábala, Astrología, etc., estaremos desarrollando y elevando la conciencia y la intuición, pero además, empezaremos a sentir la liberación de otras muchas cosas que nos atan. Nuestra capacidad de abstracción será tal, que la conciencia se compenetrará con los poderes espirituales internos en estado de vigilia, y así podremos empezar a obtener algún vislumbre de ese mundo. En general la mente puede ser mejorada de diferentes formas. La concentración es uno de los mejores métodos porque además del beneficio de su práctica sobre cosas elevadas, conseguimos liberarla de la influencia del cuerpo de deseos que tiende a atarnos a lo material y pasional. También es interesante mantener la mente abierta para que no se cristalice o fanatice en una sola línea de pensamiento. Las formas de pensamiento positivas deben mantenerse vivas y ser fortalecidas por la acción, porque, si no lo hacemos, estos pensamientos morirán y los elementales que los animan y que en cierto modo nos ayudan y protegen, se irán a otro sitio o centro creador mental para animar otros pensamientos positivos similares.

Verdaderamente no hay muchas personas que sepan o que tenga una idea clara del poder de la mente, tanto para el bien como para el mal. Mucha gente piensa que por el hecho de no hablar o decir lo que están pensando no hacen mal a nadie, ¡ Están equivocados! La mente es creadora de formas de pensamientos, estas formas son arquetipos de cosas que en algún momento se manifestarán en el mundo físico, dependiendo de la fortaleza y repetición que se haga de los mismos. Estos pensamientos se colorean de acuerdo al sentimiento que hayamos puesto, si el pensamiento es bueno y el sentimiento, como es lógico, también, nos beneficiará en la salud, en la felicidad y en el éxito dentro del mundo que nos rodea. Cuando creamos formas de pensamiento de odio, envidia, temor, celos, etc., las emociones que le acompañan son fuertes y, esto puede alterar mucho el estado general de los cuerpos astral, vital y físico; esto a su vez se puede manifestar como desequilibrio emocional, psíquico y como mala salud.

Cuando trabajamos positivamente con la mente surgen las emociones que nos causan amor puro y gozo natural, por lo tanto su influencia es benéfica sobre nosotros mismos. Pero también debemos asimilar esto con respecto al efecto que pueden causar nuestros pensamientos en el resto de las personas. Cuando los pensamientos son malos, estimulan la maldad en la mente ajena y le tientan para que actúe de esa forma y para que forme pensamientos similares. Sabiendo esto, ¿Qué clase de pensamientos deberíamos crear? .

Cuando los pensamientos son buenos, son una bendición para la persona, que por estar en la misma vibración los capta, éstos la beneficiarán e inclinarán a hacer el bien, ¿No sería maravilloso que todo el día estuviéramos creando pensamientos buenos?

Hay un método de innovación que no requiere ningún cambio importante respecto a la casa o al ambiente que nos rodea, este cambio es superior al físico porque nos conduce al crecimiento espiritual y requiere la práctica hasta conseguir los cambios en el interior. Cualquiera puede cambiar su conciencia, no tiene que hacer nada más que cambiar sus reacciones y actitudes para establecer otras nuevas vestidas con el Amor Crístico y el deseo de servir. Se trata de dejar que se atrofien - por no practicarlo- las formas obstinadas e inflexibles de pensar y actuar sobre nuevos ideales, por este medio puede conseguirse cambios físicos, mentales, y espirituales de una manera sorprendente, además transforma el ritmo y la armonía.

MEDITACIÓN

Antes de hacer una meditación es muy importante relajarse perfectamente, por lo tanto comenzad por poneros cómodos y relajados como anteriormente habéis hecho, hasta comprobar que nada os molesta y que tenéis totalmente controlado el cuerpo físico. Comenzad a pensar que sois un Espíritu -como ya sabéis- que tiene varios cuerpos (físico, vital, de deseos y mental) pero que, por encima de ellos, estáis vosotros y tenéis pleno dominio sobre los mismos. Sois parte de Dios y tenéis todos sus poderes latentes para desarrollarlos, en esta meditación vais a trabajar sobre el aspecto mental, pero sin olvidar que sois como todas las demás personas.

Comenzad por analizar vuestra vida diaria y ver dónde y cómo soléis caer en cosas que no queréis. A continuación, repetir con toda vuestra convicción y confianza: “Yo soy el Poder de Dios, mi firmeza y equilibrio son fuertes, y por medio del valor y la confianza propia, puedo vencer y dominar esas situaciones incomodas”. A partir de ahí, empezad a visualizar cómo vosotros, que sois una Vida manifestada por Dios, compenetráis el problema para haceros uno con Él. La Vida de Dios es la vida Universal que todo lo compenetra y transforma, vosotros estáis compenetrando el problema y transformándolo hacia un estado más positivo y elevado. Vosotros sois armonía, paz, equilibrio, bondad, etc., ved como, según lo compenetráis, lo vais transformando y cambiando, su respuesta es inmediata, vuestros pensamientos e imágenes mentales se deben transformar en hechos. Repetid las palabras, pero siendo totalmente conscientes de lo que decís para que eso ocurra; intentad sentir el resultado de vuestra transmutación; observad como vuestro punto de vista ya no es el mismo de antes. Sabéis que todo lo negativo puede ser transformado por la mente, y que cuanto más se repitan estos ejercicios más fácil os será cambiar todos vuestros problemas; persistir en visualizar cómo por vuestra voluntad, la mente trabaja para que os llegue el sentimiento de unidad y armonía. No tengáis miedo en “soñar despiertos” para transformar todos vuestros problemas con las personas y las cosas, ved cómo lo rodeáis y lo lleváis a vuestro interior y lo equilibráis y armonizáis. No puede ser de otra manera, porque vosotros sois una vida transformadora armónica y equilibrada. Controlad la mente para que no ande suelta, sujetadla con toda vuestra voluntad para que no os arrastre, al principio costará pero cuando consigáis su dominio será la más fiel servidora.

Las palabras dichas con convencimiento tienen mucho poder, pero la mente concentrada y dirigida con un propósito determinado, pone en marcha una acción que, tarde o temprano, se manifestará en el plano físico; aprended a controlarla y dirigirla y conseguiréis el éxito deseado.

Si vuestro problema es laboral, podéis visualizaros a vosotros mismos emitiendo pensamientos buenos sobre esa persona o motivo que os perjudica, tenéis que esforzaros en ver como ese problema va cambiando por medio de vuestros pensamientos y sentimientos. Si es una persona, enviadle pensamientos de amor, amistad y afecto; envolverle con ellos y ved con vuestra imaginación como esa persona os sonríe. Visualizaros junto a él dándole vuestras mejores vibraciones por medio de vuestra aura, los elementales de vuestros cuerpos se encargarán de hacer que le lleguen, y de estimular su parte afectiva hacia vosotros.

Cuando se repite este ejercicio a menudo, estamos programando una serie de acontecimientos para que cuando llegue ese momento real ocurra, o al menos, nos acordemos del ejercicio y actuemos para que se produzca lo que deseamos. Cuando por medio de la imaginación y la visualización, vemos y solucionamos un problema para que llegue a un buen fin moral, mental y espiritual, podemos tener la seguridad de que tarde o temprano se producirá -siempre y cuando aprovechemos las oportunidades de nuestra vida cotidiana- Es conveniente que cada día imaginemos la situación mejor y de una manera más equilibrada, armónica y bella; ved como ese problema responde positivamente a vuestras buenas intenciones y pensamientos; ved como sus colores cambian de pardos y oscuros a colores bellos y claros, ved como su aura aumenta y brilla cada día más.

Persistir en este ejercicio con el pleno convencimiento de que cuando llegue el momento real del contacto físico con el problema o personas, os acordéis de esta práctica y actuéis en consecuencia para que llegar a la meta que os habéis fijado.


* * *

del libro "Métodos esotérico-prácticos para el desarrollo interno" de Francisco Nieto Vidal

EL CUERPO DE DESEOS


EXPLICACIÓN DEL DIAGRAMA Nº 2 “EL CUERPO Y SUS ÁTOMOS”

Los átomos simientes de cada cuerpo sirven para dos principales cosas:

1ª. “Para grabar las experiencias de las cuales sacamos después el fruto de la vida”. Ejemplo: En el átomo físico estamos grabando constantemente todo lo que sucede a nuestro alrededor para que, a la hora de la muerte, nos podamos llevar esa película que será la base de nuestra actividad en el Purgatorio y en el Primer Cielo.

Las imágenes se graban por medio del aire que respiramos –como ocurre en las fotos, - estas imágenes se mezclan con la sangre y llegan al corazón que es donde está el átomo, después de la muerte nos lo llevamos al purgatorio del Mundo Astral, y ahí vemos las imágenes y sentimos el sufrimiento que hemos causados a otros, para tomar conciencia de nuestros errores y proponernos no volver a caer.

Una vez aborrecido el mal, ascendemos al Cielo y vemos otra vez la película para hacer lo mismo respecto a las cosas buenas. De esta forma en cada vida grabamos y asimilamos el fruto que será la base del futuro destino.

La 2ª acción importante del átomo es que: “Como después de cada vida elevamos su vibración hacia la espiritualidad, –somos mejores- en el descenso para una nueva vida, ese átomo actúa como un imán respecto a la materia que debemos atraer para formar los futuros cuerpos”.

Si en la reencarnación teníamos ciertas tendencias negativas, y unas las hemos superado en la vida física y otras las sufrimos y aprendemos la lección después de la muerte por medio del sufrimiento, eso queda grabado en el átomo como “lecciones aprendidas” y, por lo tanto, la vibración del átomo se eleva.

De esta forma y en el nuevo descenso, este átomo, atraerá materia para la formación de unos cuerpos más elevados y puros y con más posibilidades de desarrollo espiritual, intelectual y moral. Así el Ser humano aprende las lecciones, evoluciona, y renace cada vez en un cuerpo más perfecto.

“Sólo nuestras propias obras pueden encadenarnos a lo material

y obstruirnos en lo espiritual”

CAPÍTULO IV

EL CUERPO DE DESEOS

Como ya dije, el cuerpo astral es el cuerpo de los deseos, emociones y sentimientos, y está conectado directamente con la mente y con la vida que anima el cuerpo físico. Cuando el Ser humano ve alguna cosa que le causa sensación o deseo, el sistema nervioso comunica ese hecho al sistema nervioso vital y al cerebro etérico. Este sistema etérico es el que por medio de los vórtices conocidos como chacras, comunica esa impresión al cuerpo de deseos o astral y este a su vez, lo comunica al cuerpo mental donde el Ego capta la vibración correspondiente y la interpreta. Esto es lo que esta ocurriendo constantemente, y aunque esto ocurre todo en un mismo instante, podemos darnos cuenta de la importancia de todos los vehículos.

El cuerpo de deseos es el encargado de transformar los deseos, emociones y sentimientos que captan los sentidos físicos, y el resultado de este proceso puede ser cualquiera dependiendo de la materia de que esté constituido o del desarrollo interno de la persona.

El cuerpo de deseos está compuesto de materia del Mundo de Deseos, como el cuerpo físico está compuesto de materia física, pero así como un imán no puede atraer nada más que el hierro, el cuerpo de deseos no puede atraer nada más que materia del grado de vibración que muestre la espiritualidad y el desarrollo de la persona. Por lo tanto, los deseos, sentimientos y emociones que en general muestra el Ser humano, son los significadores del desarrollo espiritual de su cuerpo de deseos. Los deseos también evolucionan vida tras vida, son más elevados en general, y según sean los deseos de una persona, así atraerá materia más o menos pura. Esta materia es la que al ponerse en contacto con otro cuerpo de deseos, dependiendo de si estamos más o menos en su misma sintonía de vibración o no, hace que causemos un buen o mal concepto.

El cuerpo astral tiene forma de ovoide y sobresale unos 45 cm. del cuerpo físico, mostrando muchos colores que pueden ser más o menos bellos dependiendo del desarrollo espiritual y de los deseos que tenga la persona. Si los deseos son morales, espirituales y devocionales, se muestran colores muy bellos, claros y brillantes; pero si son pasionales, de odio, envidia, y similares, serán pardos, oscuros, indefinidos y con formas poco armónicas.

Cuando una persona crea un pensamiento -vibración y sonido- éste pasa al cuerpo de deseos y su vibración atrae el material que le corresponde, de acuerdo a si es bueno o malo. Esa materia hace que ese pensamiento forma tome un color, y una vez que se ha producido esto, los elementales de esa región del Mundo del Deseo, lo animan y utilizan como cuerpo para su propio desarrollo y para cumplir la misión encomendada. Si, por ejemplo, el pensamiento es de odio hacia una determinada persona, la vibración mental es baja, el color astral es feo y el elemental que lo anima será de poco desarrollo, pero aún así, el elemental se encargará de llevar el pensamiento y deseo de odio hacia esa persona y penetrar en su cuerpo astral para afectarle negativamente. Lo peor de todo esto, y que poca gente sabe, es que a partir de ahí, ese elemental vuelve a nuestro cuerpo de deseos pero aumentado por la maldad del otro. Así, esta persona estaría haciendo mal a otro, incluso a otros con los cuales el elemental y pensamiento puede ponerse en contacto, y a él mismo porque la Ley le devuelve el mal que le corresponde.

Actualmente se están formando unas creencias que aumentan rápidamente por medio de personas con poco discernimiento, poca consideración por los demás, y que sólo buscan ganar dinero para satisfacer sus deseos egoístas. Estas creencias en forma de cursos, invitan a las personas a hacerse clarividentes, a hacer el viaje astral, o incluso a contactar con seres extraterrestres o similares que nos pueden dar poderes mentales o iniciaciones. Otros, ofrecen enseñar a curar a los enfermos a cambio de dinero y por medio de piedras, chacras, manos, símbolos, etc., y otros más, enseñan a desarrollar poderes por medio de los Chacras o de la energía kundalini sin saber el gran peligro que eso conlleva. Si buscamos la parte buena a todo esto podríamos decir que están atrayendo a mucha gente hacia el mundo del ocultismo, y algunos de ellos lo aprovecharan para después continuar con otras cosas más serias y provechosas. Quizás algunas personas tengan en sus destinos pasar por estas experiencias para aprender una determinada lección, pero de cualquier forma, creo que con la Verdad y con las Ciencias Sagradas no se debe traficar ni cobrar dinero. No es fácil imaginar a Jesús cobrando dinero por enseñar la Verdad a sus discípulos o por curar con sus manos. Actualmente ha muerto Teresa de Calcuta y creo que es un deber mencionarla como vivo ejemplo de lo que es uno de los caminos más duros y sacrificados para conseguir el desarrollo interno espiritual, seguro que Teresa sólo pensaba en “ Servir con Amor” y era partidaria de la frase bíblica, “El que quiera ser el primero que sea el último y el servidor de todos”

Es mi sana intención y opinión decir a quienes buscan el desarrollo espiritual interno, que no es necesario hacer todos esos cursos y pagar dinero a esas personas egoístas para desarrollar el espíritu. Es conveniente saber que:

1ª. Ningún poder se le concede a la persona a cambio de dinero, si alguien lo obtiene es porque ya ha trabajado en sus anteriores vidas para merecerlo.

2ª. Si alguna vez alguien despierta este poder en determinada persona, será un Maestro espiritual (Maestro es quien trabaja por el bien de la humanidad sin recibir nada a cambio y que pasa desapercibido ante el mundo) después de observar al discípulo o tenerle a prueba (desde los Planos Internos) para que desarrolle una serie de cualidades espirituales.

3ª. Los chacras son centros o sentidos del cuerpo astral, a los cuales se tiene que adaptar el aspirante espiritual (como el niño se va adaptando y va desarrollando los sentidos del cuerpo físico desde que nace), por medio de las enseñanzas de un Maestro, o al menos de una persona clarividente, (porque un ciego no puede guiar a otro ciego)

4ª. Despertar esos poderes sin la ayuda, o preparación adecuada, y a través del desarrollo espiritual de la persona, puede (como ya se han dado casos) causar la muerte o una enfermedad mental para toda la vida.

5ª. El nivel que tiene la mayoría de la humanidad no permite viajar conscientemente en los cuerpos etéricos ni utilizar esos supuestos poderes tal y como dicen, excepto ciertas personas que por determinadas razones lo han desarrollado.

Por consiguiente, no son muy de fiar la mayoría de esas prácticas que hoy aconsejan para conseguir todas esas cosas que algunos dicen conseguir, aunque, como cada uno es libre de hacer lo que quiera, allá cada cual. Hay que respetar el libre albedrío y si una persona admite de buen grado las ofertas de otro para conseguir poderes, allá él y lo que haga con su dinero. Así colaboramos en la estafa, el engaño, el egoísmo y la ambición, y con muchas más cosas que entorpecen la evolución y el desarrollo espiritual de las personas que, al fin y al cabo, son ignorantes y no saben lo que hacen. También es cierto que las personas que pagan dinero para desarrollar esos supuestos poderes, se están dejando llevar por su cuerpo de deseos, y por tanto, están aprendiendo una nueva lección que le será muy útil en el futuro.

Es bueno meditar en las siguientes frases: “Por sus obras les conoceréis” “Buscad primero el reino de Dios y su Justicia y todo lo demás os será dado por añadidura” -El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que escuche-

El cuerpo de deseos es muy sensible a las impresiones externas mentales así como a las nuestras propias, normalmente responde a todos los pensamientos con mucha actividad y cambios de color; de aquí la importancia de dominarlo y transformarlo por medio de deseos puros, amorosos, altruistas y similares. Cuando nos ponemos a orar o a crear pensamientos elevados, estamos atrayendo materia de las regiones más elevadas del Mundo del Deseo y del Mundo del Pensamiento. Si esto lo hacemos asiduamente, acumularemos gran cantidad de esa materia y se mostrará con un color casi uniforme en nuestro cuerpo astral; eso atraerá elementales elevados y así seremos una fuente de buenas influencias respecto a las personas con que nos juntamos. De aquí podemos sacar la conclusión de que, el único medio natural para desarrollar este cuerpo, es por medio del esfuerzo continuo por parte de la persona para ser mejor instrumento de Cristo. Como ya dije, cuando nuestros cuerpos brillan de pureza vendrá el Maestro y desde los planos invisibles nos enseñará a manejarlos sin ningún peligro.

En líneas generales el Ser humano debería practicar todos los días algún método o ejercicio que le ayude a desarrollar el espíritu. Todos, en algún momento podemos tener un enfado serio, y entonces, si no estamos fortalecidos, se nos pegarán esos elementales del mal que hacen de nuestro cuerpo su templo para el odio y cosas similares. Cuando nos ejercitamos a diario en este sentido, nos estamos protegiendo de todo ese mal que está por todos los sitios y que sólo afecta a quien se pone en sintonía con él.

Si una persona se pierde en la maldad, su cuerpo de deseos será un blanco fácil en las sesiones espiritistas, será presa fácil de los peores deseos que haya donde se encuentre, y al final, puede terminar obsesionado por algún espíritu para que practique o cometa algo que arruinará su vida. Luego quizás diga “¿Pero qué he hecho yo?” Y otras personas dirán de él “¡ha perdido la cabeza, no es el de antes!” Esto es totalmente cierto, cuando uno se deja llevar por los peores deseos puede llegar a violar, matar, robar y otras cosas más de las cuales, después de algún tiempo y cuando haya purificado un poco su cuerpo astral, se arrepentirá. Cuando alguien cae en esto, su mente cede al dominio del cuerpo de deseos y no es capaz de razonar para ver su error. También hay que decir que cuando una persona cae en esta maldad, le costará mucho sufrimiento deshacerse de esa materia negativa de su cuerpo astral después de la muerte, por consiguiente, ¿Qué beneficio nos trae dejarnos llevar por el mal o meternos a hacer prácticas de las cuales no sabemos nada más que lo que nos cuentan determinadas personas?

No es conveniente dejarse llevar por los deseos de poder y ambición, ni colaborar con el egoísmo de otros que no saben lo que hacen. El discernimiento, la meditación y el razonamiento son muy útiles ante la duda, es preferible quedarnos tal como somos y con la buena intención de ser mejor, que meternos en un mundo aparentemente maravilloso o fantástico para la satisfacción de nuestros deseos que sólo nos llevará a la pérdida económica y otros problemas sociales. No es conveniente creer a ciegas ni siquiera lo que dice este libro, cada cual está en un nivel evolutivo y por lo tanto, no a todos nos sirven los mismos consejos. Es mejor meditar y discernir desde un punto de vista lógico y razonable y escuchar la voz de la conciencia, entonces estaremos listos para tomar una decisión o para superar una tentación o prueba.

Caer en vicios por ceder a nuestros deseos también nos perjudica de otra manera. Supongamos que somos alcohólicos, toxicómanos, terroristas o cualquier otra cosa similar, después de morir el cuerpo físico y pasar al mundo astral, nos podemos quedar durante un tiempo en la parte etérica del mundo físico. Esto significa - y de hecho ocurre- que el terrorista muerto deseará venganza, el alcohólico deseará alcohol y el toxicómano deseará drogas, porque su cuerpo de deseos está más activo que antes y les exige el alimento como lo hacía cuando tenían cuerpo físico. Entonces, lo que hacen es que acuden a los lugares donde hay lo que buscan para intentar saciarse, esto lo intentan constantemente afectando a los cuerpos de deseos de los vivos que practican esas mismas cosas y así les perjudican aún más.

Esto quiere decir que la persona que cae en la maldad (por muy poca cosa que parezca ser), está siendo influenciado constantemente por una serie de espíritus que no vemos, y que se alimentan de nuestra maldad y nos incitan a que hagamos peores cosas. Aquí vemos claramente que el mal aumenta el mal, y el bien aumenta el bien; uno nos puede hacer caer en lo peor para luego sufrir las consecuencias, y otro nos eleva hacia lo más bello de la vida y nos traerá felicidad después de la muerte. Es muy importante la purificación de nuestros deseos y sentimientos, porque según sean así será lo que atraigamos. La purificación del cuerpo de deseos debe ser hecha de una manera lenta pero sin pausa, no es conveniente ponerse a trabajar duramente para que al poco tiempo nos cansemos y lo dejemos. Es preferible empezar a transformar y vencer los deseos negativos pequeños y sin importancia, para después continuar con los mayores que más nos cuestan, ya que, cuanto más “pequeños” venzamos, más fortaleza obtenemos para vencer los mayores. Hay que proponerse vencer los malos deseos y procurar estar pendientes durante todo el día, para que cuando nos quieran dominar, seamos nosotros con nuestra voluntad y fortaleza quienes venzamos; al final la persistencia vencerá.

En ocultismo se dice que es el hombre mismo quien se “esclaviza y encarcela”. Veamos, ya hemos visto como el hombre es creador de pensamientos por medio de la voluntad y de la mente, y hemos explicado, que a cada pensamiento acude un espíritu elemental que utiliza la forma de pensamiento como vehículo, y afecta a los cuerpos de deseos y las mentes de los demás, pero ¿Qué ocurre con nosotros?

Por medio de la repetición de unos determinados deseos, (por ejemplo de robar) el hombre llega a obsesionarse y a atraer tal cantidad de elementales, o a hacerles tan grandes, que esos elementales le estarán estimulando para que siga pensando y deseando lo mismo o para que pase a la acción. Esto mismo ocurre cuando una persona se pone a dar vueltas a un problema y toma una decisión, como por ejemplo el suicidio. La persona misma cae en su propia trampa, no sabe salir ni tampoco ve ninguna salida, porque se ha encarcelado en su propia aura y se ha obsesionado él mismo. Sin embargo, aún encarcelado dentro de su creación obsesiva, sigue siendo libre para actuar, pensar y desear; y aunque esté obligado a actuar dentro de unos límites, siempre podrá comenzar un nuevo ciclo de liberación desde adentro.

Si esta persona se propone ver lo positivo y bueno de la vida y de las personas, y sigue fortaleciendo esos deseos por medio de crear pensamientos positivos, estará haciendo dos cosas para salir de esa cárcel obsesiva.

1ª. Estará atrayendo elementales más elevados hacia su cuerpo de deseos.

2ª. Conseguirá que se atrofien y mueran sus anteriores creaciones negativas.

Los pensamientos y deseos de la misma vibración se unen y fortifican -como lo hacen las células para crear los tejidos- para crear un hábito, y cuando el hombre consigue formar buenos hábitos, está formando un nuevo carácter.

Una de las cosas que debemos saber, es que la persona que se esfuerza por llevar su aura brillante gracias a sus buenos pensamientos y deseos está dando un gran paso, porque en su próxima vida le facilitarán todos los medios para que siga esa labor. Lo físico sigue y obedece a lo superior o mental, y cuando el hombre desea y piensa en hacer el bien y no caer en el mal, los Ángeles del destino le facilitarán el camino para que siga en el Sendero ayudando a la humanidad.

De esta forma podemos ver que el hombre mismo es quien se obsesiona, se crea los problemas, la mala salud, los vicios, los malos hábitos y un sinfín de cosas más. Las Leyes Divinas actúan desinteresada e impersonalmente, dando a cada uno lo que busca o se merece. El Ser humano puede hacerse libre y feliz viendo lo bueno y bello de todo lo que le rodea, o puede encerrarse y esclavizarse con sus deseos egoístas y con su maldad. Así pues, podemos decir que el hombre es el resultado de sus propias acciones y que tiene lo que le corresponde.

No conviene quedarnos solamente a meditar con lo dicho sobre cada persona, es aconsejable pensar en los efectos que causamos en los demás, así encontraremos respuesta a muchos problemas que nos ocurren en la vida. Tener presente que “cada efecto tiene su causa y cada causa tiene su efecto,” y el hombre está creando “causas” constantemente. ¿Qué pasaría si fuéramos conscientes de todas las creaciones originales que hacemos de forma voluntaria? o sea, que todo pensamiento, palabra y obra fueran creadas de forma consciente y voluntaria. No crearíamos ni una sola causa o pensamiento de maldad, y, al contrario, todos serían de altruismo, amor, amistad, simpatía, etc., entonces, ¿Qué es lo que nos impide comenzar a intentarlo? “Meditad esto, intentad visualizar o imaginar todo lo mencionado, ved el resultado de todo ello en vuestros trabajos y relaciones sociales, y recordar que el hábito se hace por medio de la repetición, y con el hábito creamos un nuevo carácter, pero además, creando un nuevo carácter construimos un nuevo destino”

Lo mencionado anteriormente no es más que una pequeña explicación de cómo el Ser humano crea su karma individual y colectivo. Es también colectivo porque las Leyes que rigen el universo hacen que los deseos y pensamientos de cada individuo, además de reflejarse en su aura y tener su efecto sobre sí mismo, también se unan y se reflejen en el aura del planeta hasta que, tarde o temprano, cause el efecto que corresponda en bien o en mal sobre la humanidad que lo ha creado.

Habrá quien al leer estas líneas se pregunte (aunque ya está explicado en parte) que cuál es la raíz de todo esto. La causa suele ser el “objeto del deseo” que estimula o hace que la mente ponga su atención en él, pero en realidad no es tal, ya que el objeto de deseo no hace nada más que invitarnos a desear o a actuar, porque el deseo no es director sino propulsor.

El ser humano es libre de pensar lo que quiera, por tanto puede centrar su mente en el objeto de deseo y desearlo, e incluso pasar a la acción; o bien, no hacerle caso y centrar la mente en otro objeto o cosa que les interese más, o incluso meditar sobre ese objeto que no nos interesa para sacar conclusiones por medio de un razonamiento. El mecanismo es el siguiente: El deseo tiene el poder de ser propulsor, y éste engendra al pensamiento, pero el Ego que está por encima de la mente, puede actuar como director y centrar el pensamiento en el objeto deseado o no hacerlo, por consiguiente podemos decir que, “el poder director del pensamiento guía la acción”. Por el pensamiento podemos transmutar el deseo y en consecuencia la acción, y así, modelando el deseo, podemos ser dueños y no esclavos.

La base del karma es algo así como “el lazo que ata al deseador con el objeto deseado”, esto es atar el Yo al No-Yo”. Cuando el hombre se deja llevar por sus deseos, se ata a ellos y no tiene nada más que dos caminos para separarse: O bien, solo lo consigue por medio de la acción o rompe el lazo de unión por medio de un razonamiento lógico y espiritual para repudiar el objeto. Este es el medio por el cual la humanidad se ata a la Ley de Renacimiento. dice Annie Besant en uno de sus libros maestros “La cosa deseada se asimila al cuerpo del Yo, y si es mala debemos eliminarla cueste lo que cueste, si no, tendrá que ser eliminada por la lenta acción del tiempo y del pesar” “Solamente el fuerte puede matarla, el débil ha de esperar a que crezca, fructifique y muera”

Sabiendo todo esto, debemos tener claro que la humanidad se libera del renacimiento según domine su cuerpo de deseos por medio de la mente, y según utilice su mente para crear bien en el mundo. Si no lo hacemos así, sufriremos el efecto de los malos deseos en el purgatorio, y así aprenderemos que en la próxima vida debemos utilizar la mente para razonar cuando nuestro cuerpo de deseos nos tiente.

Si nos damos cuenta del mecanismo y de cómo actúa, observaremos que nos podemos valer de la fuerza del deseo para vencer al deseo, es decir, que la misma fuerza que hace que nos atraiga un deseo que se puede convertir en un vicio perjudicial para nosotros, la podemos utilizar para desear cosas que nos causen felicidad espiritual. Estos a su vez se opondrán a los deseos que nos causan dolor, y al final vencerán y harán que mueran. Dice el Bhagavad Gita “Aún el mismo gusto abandona a quien persevera en la visión del Supremo Ser”, ése es el valor de la devoción, el amor al Ser Supremo que destruye las ligaduras que mantienen al corazón en esclavitud de los objetos del deseo. Cuando el hombre descubre la vida o espiritual, se pone por encima del yo personal que se identifica y une a la forma. El hombre debe discernir entre lo espiritual y lo personal, y así la energía de los bajos deseos se transmutará en deseos superiores guiados por la mente. De esta forma aumenta y toma fuerza la “Voluntad” que es un Divino atributo del Espíritu.

Uno de los métodos que podemos practicar es visualizar e imaginar la duradera tristeza que nos puede causar los deseos, repugnar la imagen del pasajero placer que nos causaría el deseo y a la vez, imaginar el dolor que nos causaría en el purgatorio al no poder satisfacerlo.

Cuando la persona desea elevarse hacia lo espiritual y comienza a practicar, desear y pensar en cosas positivas para su desarrollo, aunque tenga materia grosera o de baja vibración en su cuerpo de deseos, ésta no será vivificada más porque los deseos son más refinados. Sin embargo, debe estar alerta porque los elementales que están en todos los sitios y pueden venir de cualquier persona, pueden aferrarse a esa materia inactiva para vivificarla, por eso, debe ser fuerte para rechazar estos deseos como cosas extrañas hasta que mueran y le dejen libre. También durante el sueño podemos ser tentados sobre un deseo o vicio que hemos vencido y esto nos puede causar angustia inexplicable. Cuando soñamos así, significa que aún tenemos cierta debilidad en el cuerpo de deseos y que debemos ponernos en guardia por si acaso renacen.

Es conveniente tener en cuenta que normalmente tenemos dos medios para adquirir el poder sobre el cuerpo de deseos. El primero es cuando la mente se ve vencida por los deseos en la vida física y después sufre en el purgatorio. Después del sufrimiento viene la asimilación de la lección, y así la voluntad se fortalece y se hace “Poder”. Este Poder es el que vence al cuerpo de deseos poco a poco, o sea que, por cada derrota de la mente, asimilamos poder para la victoria sobre el cuerpo de deseos; así en la matriz del dolor se está formando el futuro poder que nos hará vencedores. El otro medio es el de comenzar voluntaria y conscientemente a trabajar durante el día y por la noche para conseguir esta misma victoria por medio del ejercicio de la retrospección del que más adelante hablare de una manera amplia y concreta.

Hagamos un razonamiento sobre esa frase tan conocida por medio de algunos autores ocultistas que dicen que hay que “matar el deseo”. El deseo es parte del hombre desde hace millones de años, el deseo fue el principal motivo de la caída en la depravación y la maldad en la época Atlante. El deseo gobernaba casi totalmente la mente del hombre que estaba recién nacida, éste se dejaba dominar por el deseo egoísta y ese deseo le llevó a practicar toda clase de maldades para su propio beneficio. Esa fue la más baja manifestación de deseo, o sea, el deseo de más baja vibración que ha utilizado el hombre, sin embargo, y buscando la parte buena que existe en todas las cosas (o como normalmente decimos que “no hay mal que por bien no venga”) nos benefició en nuestro desarrollo como nos está beneficiando la “Caída del hombre” porque, a través de la experiencia y el sufrimiento, adquirimos Sabiduría y evolucionamos.

El deseo es imprescindible y NO hay que matarle, al menos en la etapa que estamos actualmente. La humanidad evoluciona a través del deseo por medio de diferentes etapas, y se debe valer del deseo para desarrollar su Espíritu. La primera etapa es, la del deseo egoísta, en la cual, no deseamos nada más que lo que nos pueda servir o beneficiar sin pensar en los demás. La segunda es la que lleva al Ser humano a actuar con el deseo de compartir, porque ya es capaz de asimilar materia de deseos que hace que tenga sentimientos de colaboración y ayuda. La tercera es cuando el ser humano descubre que hay una vida superior y comprende que el deseo es el medio por el cual busca el conocimiento esotérico, místico o similares, que elevan las vibraciones del cuerpo de deseos y empieza a transformar los deseos egoístas en altruistas y más caritativos. La cuarta, sería la etapa en la que la humanidad descubre que el deseo, unido a la aspiración y a los anhelos, es imprescindible para comenzar el Sendero de Retorno. Ese deseo por lo elevado que le lleva a desarrollar la parte espiritual, es imprescindible para el individuo que desea elevarse cada vez más hacia los mundos espirituales. La quinta es la etapa en la que la humanidad comienza a “Matar el deseo” o más bien a “dejar de desear”. En esta etapa, y pensando ya en cómo podemos dejar de renacer sin que la Ley de Causa y Efecto nos ate a la rueda de renacimiento, debemos empezar a actuar con la pura intención de servir o trabajar -en pensamiento, palabra y obra- pero sin deseo por el efecto y recompensa que nos puedan traer nuestros actos y pensamientos. Cuando la humanidad llega a esta etapa no debe desear, sino simplemente actuar con el único motivo de trabajar como un deber y a modo de colaboración con el desarrollo y evolución de la humanidad. Cuando el Ser humano actúe así dejará de atarse a la Tierra, porque estará actuando como si su vida estuviera dedicada -a modo de donativo- a la humanidad y, por eso, le Ley de Causa y Efecto no le obligará a recibir los efectos haciéndole renacer otras veces. Además, sabiendo que lo que hacemos por la humanidad es como si lo hiciéramos para Dios, llegamos a la conclusión, de que nuestra labor está dedicada a apresurar la evolución de la humanidad y de Dios, y esto, queramos o no, nos trae el efecto de nuestras acciones, pero de una forma muy diferente y más elevada de la que normalmente nos trae la Ley kármica.

Es cierto que la humanidad no está preparada para esta última etapa que he mencionado, pero algunas personas ya lo han conseguido; otras también están trabajando y terminando en la cuarta etapa. Es conveniente dejar claro, que el neófito debe comenzar cuanto antes a dominar, transformar y controlar sus deseos según las etapas mencionadas, no es fácil, pero “el que no comienza no acaba” y “el que no persiste no vence”, solamente es vencido el que deja de intentarlo, y en este caso, y como ya he explicado, nuestro trabajo principal está dirigido hacia el deseo.

Hay personas que son idealistas, y eso también puede ser útil para su desarrollo, porque un ideal no es ni más ni menos que un concepto fijo en la mente, pero es un concepto de naturaleza inspiradora que puede ser muy útil para guiar la conducta. El medio más eficaz para crear un ideal es por medio de influir en el deseo. El mejor momento para crear un ideal es cuando el cuerpo de deseos está relajado y la mente predispuesta para el trabajo espiritual. Entonces, la persona debe meditar sobre la finalidad y la meta de su vida y de sus aspiraciones, después de tener claro todo esto, debe escoger los medios y cualidades que va a necesitar para llegar a su meta, y una vez que úna todas sus cualidades en un sólo concepto, debe representárselo todos los días de la manera más vigorosa posible, de tal manera que el ideal aparezca con toda claridad y lleno de belleza y nobleza para que sea verdaderamente atractivo.

Así, cuando la tentación y los bajos deseos aparezcan, la persona abrazará con el intenso amor de su corazón y con sus ansiosos brazos ese ideal formado por él mismo. Los deseos superiores vencerán a los inferiores, haciendo que la persona fortalezca su ideal y sus nobles pensamientos para hacer que los bajos deseos pierdan poder hasta que mueran de inanición. Así el hombre puede hacer de su enemigo un aliado, y de los deseos unas alas que le eleven al cielo.

A algunas personas les resulta más fácil luchar contra la naturaleza de deseos de la siguiente manera: Se ponen a meditar e imaginar cómo caen en un determinado vicio (el que quieren vencer), observan como ceden a las tentaciones de la manera más simple y absurda porque ni siquiera intentan luchar contra ellas Observan como cada vez ceden más a ese vicio y se hunden porque están totalmente dominados y esclavizados, a continuación, ven como su cuerpo enferma y cambia su forma hasta que, al fin, comprenden su inevitable muerte. Quien tiene conocimientos ocultos o esotéricos puede continuar este método a partir del momento de la muerte, imaginándose en el purgatorio sufriendo de una manera muy intensa por no poder acceder a esos deseos de cosas materiales. Allí, el deseo existe y es más intenso porque no tiene cuerpo físico que lo amortigüe, pero no puede obtener esos objetos del deseo que en su vida física le satisfacían, quiere salir de ese lugar, pero sus deseos no se lo permiten y le atan al mundo astral inferior, donde está lo peor de la naturaleza humana y astral. Así, puede - y debe- ver como cede a sus siniestros deseos, le puede costar muy caro porque, no sólo le causan sufrimiento en la vida física y en el purgatorio, sino que en algún momento de su desarrollo deberá vencer esa tentación voluntariamente, ya que él mismo cayó, y por lo tanto, él mismo debe superarlo.

Este ejercicio de repulsión tiene el inconveniente de que cuando pensamos en esas cosas repulsivas, atraemos materia astral de la misma vibración y nos puede perjudicar, si después no nos fortalecemos con ejercicios y pensamientos espirituales, pero de todas formas, se puede utilizar cuando no conseguimos dominar ese vicio por ningún otro medio.

El cuerpo astral o de deseos, también se le conoce como cuerpo emocional, y como tal, también hay que comentar alguna cosa. La emoción es una fuerza motriz que aviva el pensamiento e inclina a la acción, es el resultado de la acción del intelecto sobre los deseos. Las emociones son poderosas y muchas personas se ven dominadas por ellas hasta terminar en elevación o en caída, en alegría o tristeza. Es muy importante la práctica del discernimiento para hallar el equilibrio ante las emociones, la razón es quién debe dominar, cuando una persona llora por compasión hacia una amiga enferma, está siendo dominada por el cuerpo de deseos, y aunque aparentemente esta actitud es positiva, en realidad no está haciendo bien porque es más útil la ayuda moral y el razonamiento para buscar soluciones a la enfermedad, que no dejarse llevar por esa emoción que puede perjudicar a la otra persona. Digamos que la emoción es quien impulsa a la acción, pero esa acción debe estar controlada por el discernimiento, así es como el Yo Superior, puede ser dueño y guía de las emociones y no su víctima.

Las personas que se dejan llevar por las emociones, llenan su aura de esa determinada vibración y a su vez crean una atmósfera similar en sus hogares, como resultado, ellos ven todo a través de su aura o punto de vista emocional porque lo alteran antes de llegar a la mente, la cual, no puede interpretarlo tal y como es en realidad. El mejor método para dominar las emociones es la meditación, pero ésta debe hacerse en los momentos de mayor relajación o nada más despertarse por la mañana, porque el Ego acaba de incorporarse al cuerpo físico, y por lo tanto los cuerpos, y sobre todo el cuerpo de deseos, está más relajado.

Dentro de los métodos que trataremos más adelante, estudiaremos uno que se relaciona con las emociones, se trata de visualizar y programar nuestras actitudes ante determinadas situaciones en que nos dejamos llevar por las emociones, para luego intentar estar todo el día pendiente para que cuando lleguen esos momentos, seamos nosotros quienes podamos dirigir la situación por medio del control del cuerpo de deseos.

Hay quien opina y piensa, que la persona que en esas situaciones o actitudes utiliza la mente y frena la lengua hasta tener bien claro lo que va a decir y pensar, es un iniciado en el control de las emociones. “La verdad realza y la mentira deprime,” es mejor meditar y hablar solamente cuando es necesario, y siempre con la verdad y de manera suave y agradable. Los chismes, las burlas y las críticas, crean emociones frívolas y desgastan la energía mental y moral, por eso, más vale “el buen callar que el necio hablar”, porque en el silencio se fortalecen, se equilibran y armonizan las emociones y así sujetamos la fuerza del carácter. También es cierto que practicar el silencio nos puede llevar a la descortesía, el desánimo y al desaliento hacia los demás, por lo tanto, debemos tenerlo siempre presente para actuar en sentido equilibrado.

Otro método para dominar las emociones, es refrenar las acciones impulsivas. Hoy estamos acostumbrados a actuar con prisas, sin embargo, en la mayoría de los casos no es necesario, siempre tenemos tiempo para meditar y razonar con prudencia antes de pasar a la acción; no es bueno actuar a raíz de un impulso emocional sin haber razonado el hecho con la suficiente tranquilidad. El estímulo o impulso emocional parte de la conciencia, pero es siempre como respuesta a un estímulo externo, es una energía no razonada, que hace que nos precipitemos, por tanto, hay que responder con reflexión y calma. La verdad es que nos gusta lo fácil y no nos gusta refrenar las cosas que nos perjudican, pero el aspirante a la vida superior, debe estar siempre luchando y renunciando incluso a ciertas emociones que aparentemente no nos influyen negativamente. La meditación diaria, el discernimiento, el razonamiento antes de hablar, y no responder a los impulsos, son los mejores medios para transformar las emociones peligrosas en nuestros más y mejores colaboradores.

Cuando la persona domina las emociones las puede utilizar para hacer una buena obra con el prójimo, esto es, si nos encontramos, o tenemos un problema con una persona muy enfadada, sus vibraciones de odio o de mal humor intentarán estimular nuestro cuerpo emocional para que nosotros también nos enfademos y le respondamos. Así como el odio despierta odio, y el amor también estimula el amor, cuando ocurre un caso de estos debemos refrenar el impulso de cólera y dejar que las vibraciones del contrario se estrellen contra nuestro cuerpo emocional inalterable, y, si somos dueños de nuestras emociones, responderemos con amor y paciencia. Cuando respondemos firmemente, y de manera automática a esas vibraciones emotivas, estaremos preparados para devolver “bien por mal”, además, de esta forma, colaboramos con los Hermanos Mayores, Guías de la humanidad, en su gran obra de limpiar la maldad que hay en el planeta. También y de manera individual, podemos utilizar nuestro cuerpo emocional para mandar todos nuestros mejores sentimientos a las personas que queremos.

¿Cuántas veces nos hemos visto debilitados para continuar en el Sendero del desarrollo interno, nos hemos quedado sin aspiraciones, sin anhelos de elevación, y no sabemos cómo continuar? También aquí el cuerpo emocional nos puede ayudar mucho, si creamos las emociones adecuadas y las unimos a un objeto de devoción, por medio del cual, sacaremos la fuerza y el ímpetu necesario para continuar nuestro camino espiritual. Aunque hablaremos de esto más adelante en la teoría de un ejercicio, se trata de trabajar con lo que llamamos “Adoración”, o sea, dirigir nuestra admiración e intenso amor hacia un determinado Ser de gran exaltación, porque, quien es capaz de amar y de admirar, posee una de las mayores fuerzas de la humanidad. Esto despierta en nosotros el amor y el estímulo, y hace que amemos lo grande y prescindamos de lo pequeño, si a este gran ideal o Ser ejemplar, le hacemos parte de nuestra vida, tendremos un gran motivo para actuar siempre de manera benevolente, altruista y amorosa. Algunas personas verán más fácil hacer estas prácticas reverenciando a su propio Yo superior, como si fuera su Guía espiritual o Ángel de la Guarda, quienes actúen así, y amen y honren a ese Ser, estarán acercándose cada día más al vestíbulo de la Iniciación.

Según purificamos nuestros deseos y los hacemos más puros, ponemos a nuestra disposición sus poderes, y lo mismo que un maestro orfebre comienza por familiarizarse con sus herramientas y tarda mucho en hacerse hábil en su manejo, así nosotros por medio de la purificación del cuerpo de deseos, empezaremos a dominarle y con el tiempo, a despertar sus poderes. Este trabajo también se relaciona con las actividades nocturnas mientras el cuerpo físico duerme, digamos que, cuanto más esfuerzo durante el día, mejores resultados en las actividades nocturnas en el mundo astral; cuanto antes nos deshagamos de materia grosera astral, antes tomaremos conciencia de ese mundo.

El que se encuentra en este nivel del Sendero, debe empezar ya y en serio a elevar sus deseos hacia lo superior, debe intentar ser un Ser espiritual en sentimientos y deseos, para olvidarse y dejar que se atrofien sus antiguos deseos animales. Debe dejar de estar a merced de sus deseos y pasiones, y hacer que se conviertan en anhelos espirituales; debe darse cuenta de que hasta ahora ha sido un esclavo de sus deseos, y a partir de ahora puede volar a cimas más altas donde los deseos vayan todos dirigidos hacia cómo ayudar a la humanidad. Somos libres de hacer lo que queramos, pero cuanto antes empecemos a trabajar, antes aceleraremos nuestro desarrollo interno, y si en esta vida no conseguimos desarrollar esos poderes, podemos tener la seguridad de que hemos avanzado a pasos agigantados, y que en otra los obtendremos. El cuerpo de deseos debe ser nuestro fiel servidor, y no nosotros sus esclavos, pero la única forma de conseguirlo es cambiando los deseos materiales por otros morales y espirituales.

Si nuestra voluntad y mente trabajan sobre el cuerpo de deseos con la verdadera intención de acelerar nuestro progreso espiritual, podemos decir que:

1º. La voluntad de obrar de acuerdo a las Leyes Divinas, o de sembrar aspiraciones y deseos para mejorar a la humanidad, se transformaran en capacidades para desarrollarlas.

2º. Los deseos de elevar a la humanidad por medio del amor y el servicio desinteresado que no hemos conseguido desarrollar, se convertirán en potentes ideas mentales para que sean ejecutadas en un futuro próximo.

3º. El deseo de actuar de cierta manera en esta vida, tomará forma e impulso para que sea desarrollado en la siguiente.

4º. La repetición de los pensamientos y sentimientos elevados en esta vida, se convertirán en tendencias para la mente, e inclinaciones para su manifestación en la próxima.

5º. Es conveniente recordar que, la constante repetición de un acto crea un hábito, y el hábito da paso a la acción.

Cuando comenzamos a esforzarnos por cambiar, suele ocurrir que nuestro mayor deseo sea “ayudar a la humanidad”, esto es aparentemente fácil, pero también tiene algo de fantasía. El aspirante que desea purificar su cuerpo astral para ser un servidor de la humanidad, debe comenzar por las cosas pequeñas, quiero decir, que debe estar atento para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Esta actitud es conveniente, porque estas pequeñas cosas son las que nos prueban para comprobar hasta dónde deseamos servir, y cuál es nuestra fortaleza para ayudar. Primero debemos vencer nuestro mal carácter y otros defectos similares, para que cuando estemos sirviendo, no seamos un problema para otras personas, debemos brillar por nuestra buena voluntad, y una vez que lo consigamos, podremos cumplir mejor nuestros deseos.

Desarrollar el Amor es lo que más debemos desear, pero este amor es sólo aquel que sale del alma y quiere manifestarse en todos los seres para satisfacer sus necesidades espirituales; la riqueza que más debemos desear es aquella que nos permita tener muchas oportunidades para servir y predicar la Verdad que conocemos; el Poder que debemos desear es sólo aquel que nos sirva para elevar a la humanidad en lo moral y espiritual; la Fama no deberíamos desearla, pero si nos viene, debemos aprovecharla para diseminar nuestro conocimiento, sabiduría, y Amor por medio de conferencias, libros y cualquier otro medio; el Anhelo que debemos tener, es el del servicio en pensamiento, palabra y obra, pero no para satisfacernos a nosotros mismos, sino para beneficiar al prójimo.

Olvidarse de uno mismo para servir y ayudar a los demás es la verdadera meta, y para ello, hay que empezar por ser amable, simpático, compasivo, servicial, etc., pero no de vez en cuando, sino siempre y de corazón Hay quien opina que “el tiempo que no se aprovecha en servir es tiempo perdido”. Cada vez que hacemos una buena obra porque ese es nuestro deseo, estamos creando la oportunidad de que se produzca otra de mayor importancia, y esto debemos practicarlo en la medida que nuestros deseos se purifican. Después viene otro paso más, cuando conseguimos cumplir los deseos de servir y ayudar donde podamos, debemos intentar crear una “unidad”, quiero decir que no basta con servir, sino que debemos compenetrarnos con los demás por medio de nuestra aura, identificarnos, penetrar en sus corazones y comprenderles. Se trata de: “Auxiliar, comprender, conocer y amar”, pero esto siempre debe ser practicado con humildad, porque la humildad lleva a la Sabiduría. Está escrito: “Sed humildes si queréis alcanzar la sabiduría, sed más humildes aún cuando la halláis conseguido”

Se dice que el cuerpo de deseos es el gran tentador, y que si cedemos a su influencia nos puede llevar a la perdición. El deseo, como todo en el universo, evoluciona, y esto lo podemos ver si estudiamos la naturaleza personal del Ser humano de hoy y la comparamos con la de hace unos siglos atrás. Cuando por el desarrollo espiritual pasado, el hombre contacta con una escuela esotérica o mística en una vida, significa que es un alma madura, o lo que es lo mismo, que se ha esforzado por superar y purificar su naturaleza personal y está comenzando en el verdadero camino de la iniciación. Las Escuelas preparatorias, como por ejemplo la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel, representa y enseña el verdadero camino de desarrollo interno para todo aquel que quiere esforzarse y sacrificarse para vencer -principalmente- su naturaleza de deseos y comenzar a dirigir sus vehículos de una manera voluntaria, consciente y emancipada de todo lo que le rodea.

Naturalmente que, hasta llegar aquí, el hombre ha sufrido mucho para purgar sus deseos, y por eso debe empezar cuando antes a abandonar ese deseo material y egoísta que le ata a la rueda de renacimiento. Yo no creo que se deba eliminar el deseo, sino solamente los deseos materiales y egoístas, los deseos de conocimiento y crecimiento espiritual deben estar presente en esta etapa, después vendrá el deseo de alcanzar al Maestro y la Iniciación; además, debemos estudiar con qué sentimiento e intención deseamos las cosas, porque si es con el deseo de ayudar a otros, tampoco se debería eliminar. El hombre debe desear trabajar por la humanidad, pero identificándose con la vida universal que anima la forma para llevarla a la perfección. El aspirante o discípulo debe despojarse del deseo de vida, pero de vida personal, y sin embargo, debe tener el deseo único de estar o servir dónde y cómo Dios le necesite, su deseo en este sentido será de ser un instrumento de la vida universal.

Esta es la gran diferencia, la humanidad de hace unos siglos, y una gran mayoría de hoy ayudan por egoísmo, y el Ser humano que inicia el sendero del desarrollo interno, lo hace de corazón y con el único deseo de ayudar a las vidas que son parte de Dios, para que alcancen el desarrollo espiritual cuanto antes. Cuanto más evolucionada es la persona, más tolerante y compasivo es con los demás. A medida que el hombre destruye en sí mismo el deseo de vida separada, respeta cada vez más a los que la desean, y comienza a adquirir el sentido de lo eterno en todas las formas que le rodean.

En este Sendero, el aspirante debe llegar a un grado en que no desee la adquisición de conocimiento espiritual y ni siquiera llegar al Maestro, sino simplemente ser un instrumento de Dios. De esta forma se vuelve activo como los que tienen ambición, -pero sin tenerla- y con el único fin de ser un canal de lo superior, así su energía es absorbida por Dios; ese es el único y principal motivo para su vida.

Una vez puestos a trabajar por lo superior, debemos abandonar progresivamente lo inferior y vulgar, debemos perder lo bajo para ganar lo alto. En esta etapa nos damos cuenta de que empezamos a vivir en la mente y cada vez menos en el deseo, ya hemos aprendido que dejarse llevar por ciertos deseos, pasiones y sentimientos es innoble, por lo tanto, comenzamos a dominar y a seleccionar estos aspectos del cuerpo astral. Después de un tiempo de más elevado desarrollo, nos damos cuenta de que la mente tampoco nos satisface, y entonces buscamos la vida del Yo Superior para mirar todas las cosas desde ese punto de vista. Entonces puede surgir el “impedimento” del “deseo del propio desarrollo”, pero no debemos dejarnos obstaculizar por ese deseo, sino que nuestra actuación debe ser la de aceptar cumplir correctamente con las oportunidades que se nos presentan pensando: “No es un trabajo para mi desarrollo, sino un deber para con el Maestro y con Dios”

Otro deseo que debemos eliminar, es el de “ser superior a los demás”, debemos tener cuidado porque, si lo tenemos o vuelve a renacer después de creerle vencido, significa que todavía estamos en peligro de caer en ciertas tentaciones perjudiciales para nuestro desarrollo. Ese sentimiento pertenece al yo personal, por tanto, no debemos ceder a él por el sólo deseo de crecimiento para el propio beneficio, así, cuando el aspirante supera el deseo de crecimiento por encima de los demás, de donde puede surgir el menosprecio, el orgullo, la arrogancia, etc., debe volverse indiferente y centrarse en el gozo que puede llevar a dar a los demás, por medio de su ejemplar vida. De modo que no es pensando y deseando cosas para nosotros mismos como debemos avanzar, sino luchando por el bienestar de los demás. Si pensamos en nosotros, debe ser solamente con la intención de desarrollar las virtudes y poderes para poder servir mejor porque, olvidándonos de nosotros mismos por el trabajo desinteresado, crecemos como partes del Todo.

Si podemos concebirnos como parte de la humanidad y como conquistadores de nuestro avance en pro de la misma, y sin que exista pensamiento o deseo alguno del yo inferior, entonces habremos elevado y purificado nuestro deseo convirtiéndolo en aspiración que, en este caso sí es completamente deseable. El aspirante que trabaja sin preocuparse por sus propios intereses y procura estar en segunda línea o pasar desapercibido en la sociedad, no será comprendido, porque la gente comprende y admira al de gran fuerza, conquistador y famoso que causa impresión y se esfuerza por ser el primero. Para la gente, esta persona ha conseguido el éxito y ha demostrado ser el más fuerte, pero el Aspirante puede ser mucho más fuerte aún, y sin embargo no mostrará sus cualidades de ninguna forma porque no quiere hacerse notar.

El trabajo o servicio a la humanidad sin deseo egoísta, es servicio a Dios, porque la comunicación con Dios está en el corazón mismo de las cosas, y el hombre que hace sus “deberes” pensando en Dios, derrama toda su energía en ese mismo sentido, y así aumenta la Divina Fuerza que continuamente se está derramando por todas partes. De esta forma no hay resultado personal en los mundos inferiores, pero con cada acto voluntario en esa línea se acerca más a la verdadera vida del Espíritu y se convierte en mejor y más amplia expresión de la Divinidad. De esta manera, no es correcto decir que no obtenga resultados, pero es que en el Universo regido por las Leyes, nada puede quedar sin resultado, sin embargo, no hay resultado tangible que le pueda beneficiar materialmente.

Hasta aquí hemos visto como, en las etapas del aspirante a la vida superior, debemos eliminar los deseos personales y llevar a cabo los espirituales, es conveniente que cada uno medite sobre sus deseos para ver cuáles debe fomentar y cuáles debe dejar morir de inanición. Dijo un poeta que “El deseo es la base para formar un vicio, y el vicio es tan espantoso que para rechazarlo no hay que hacer nada más que verlo, sin embargo, si lo vemos muy a menudo nos familiarizamos y unimos a él, y así, lo que ocurre es que, primero resistimos al deseo, después lo complacemos y, por último, lo abrazamos”. Como nosotros somos libres y tenemos voluntad propia, podemos alimentar al deseo, o utilizar esa misma fuerza para combatirlo creando mentalmente un nuevo carácter moral y espiritual y llevarlo a la práctica para que, por medio de la repetición, se consolide como un hábito o nuevo carácter.

“Si queréis vencer ciertos deseos, no los alimentéis pensando en ellos y comenzad a desear otros contrarios, pero sin permitir que la mente se centre en los anteriores.” Esto requiere fuerza de voluntad, pero con cada victoria se fortifica la misma, centrar vuestra mente en el nuevo deseo y embellecerlo y sacarle el mayor provecho, eso le hará fuerte para que sea la base de vuestro ideal y línea de actuación en la vida. Tened claro que la mayoría de las cosas que hacemos están basadas en el hábito, y de lo que se trata, es de crear un nuevo hábito espiritual para conseguir atrofiar al otro deseo que no nos gusta. Ya he dicho que la repetición crea el hábito, el hábito forma un nuevo carácter, y el carácter puede cambiar el destino de la persona; pero para conseguir esto debéis repetir mucho las imágenes del nuevo hábito y carácter, y vivirlas y sentirlas para que se graven en el subconsciente y os recuerden la línea de actuación a seguir. También y como es lógico, debe de haber persistencia, lo más importante del dominio propio consiste en no dejarse llevar por el deseo y la impulsividad”.

MEDITACIÓN

Una vez relajados, comenzad a repetir con el pleno convencimiento y sentimiento de que lo sois, algunas palabras como: “Yo soy fuerte en la persistencia y en la voluntad, mi valor y confianza propia hacen que consiga el progreso espiritual que deseo, mi equilibrio y armonía me ayudan a cambiar mis hábitos y carácter, etc.” A continuación comenzad a imaginar y visualizar cómo cambiáis esos malos deseos y actuaciones que en determinadas circunstancias os afligen, ved vuestra actuación de la manera deseada desde el punto de vista espiritual. Observad todos los detalles y vivir las imágenes como si realmente estuvierais en esa situación, y sentir la satisfacción de que os está saliendo como verdaderamente deseáis. No tengáis reparo en seguir visualizando cómo vencéis esos deseos cambiando vuestra línea de actuación, la práctica repetida os hará conseguir implantar el nuevo carácter. Fijar en la mente la nueva línea de conducta, y practicarla con perseverancia y paciencia. No olvidéis que este ejercicio es, al fin y al cabo, la creación de un ideal en vosotros, por tanto, no debéis olvidar llevar a cabo la práctica constante de éste ideal.

No hay que olvidar tampoco que los ideales se consolidan con la práctica diaria en las situaciones que nos surgen, y por eso debemos practicarlo en la vida real, para que el nuevo carácter, libre de deseos negativos, se forme y fortalezca. Con este ejercicio llegareis a comprobar cómo, cuando queremos, podemos cambiar muchas actitudes de nuestra vida personal. Recordad que sois un Espíritu que está por encima de la mente, deseos y hábitos, y que tenéis todo el poder del Espíritu que se manifiesta como voluntad y confianza propia para vencer los obstáculos del desarrollo interno. Intentad tener siempre presente los más elevados ideales, para que por medio de la repetición mental y física, podáis incorporarlos a vuestra naturaleza interna. No olvidéis que, como Egos, sois los verdaderos directores de la personalidad, y si queréis, podéis vencer los deseos materiales con los espirituales.

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del libro "Métodos esotérico-prácticos para el desarrollo interno" de Francisco Nieto Vidal